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Ana y Elias viven desde hace unos días en Madrid con Lili y su madre Hanna, dos mujeres que salieron huyendo de Járkov hace casi un mes. Las han acogido en su casa y dicen estar encantados: “Son de la familia”. Lili estaba de vacaciones en Ucrania, en su país, cuando estalló la guerra. Consiguió sacar a su madre, recién operada. “Ella no quería venir, prefería morir en su país que salir de él”, nos cuenta Elias, que ahora intenta ayudar a Lili a hacer todos los trámites para que residan con todos los papeles en regla en España. “Cuando las acogimos, su madre estaba sobre unos palés, porque no puede moverse”, relata Ana. Su acogida se ha puesto en marcha de una forma rápida a través de una ONG. Ana y Elias dicen que sus hijos ya viven por su cuenta y que esta ha sido la mejor decisión para ayudar a quienes han tenido que dejar su hogar por culpa de la guerra. Ha estado con ellos Minerva Oso.

Cuatro semanas de guerra en Ucrania. Una guerra que avanza más lento de lo previsto por el Kremlin y lo que más ha sorprendido es el espíritu de resistencia de la población ucraniana. Kiev es hoy una ciudad bastante vacía y plagada de barricadas y controles militares: la mayoría de los comercios cerrados, se ve sobre todo más hombres que mujeres y no se ven niños, lo que genera una sensación de desamparo.

Los rusos están a las puertas de la capital, pero hay un espíritu muy nacionalista entre los ucranianos y están dispuestos a resistir, no rendirse e impedir que entren los rusos. Además, el miedo se palpa poco en la ciudad porque los ciudadanos más temerosos ya se han ido. La gente que se ha quedado son personas que sí tienen temor y son conscientes de que los rusos no se van a detener, pero al mismo tiempo ese temor no significa miedo. Insisten en que van a combatir y defenderse hasta el final.

Informa Fran Sevilla, enviado especial de RNE en Kiev

Roberta Metsola, presidenta del Parlamento europeo, ha asegurado hoy en La Hora de La 1, que "tendríamos que haber actuado de forma más rápida, se han cometido errores" respecto a la guerra en Ucrania. "Tendríamos que haber escuchado la alerta, por ejemplo lo de agosto en Afganistán, nos debió hacer ver que la UE no puede depender de otros poderes para defenderse", ha añadido, para subrayar que "el momento ha llegado".

"El presidente Zelenski y los ciudadanos de Ucrania nos han demostrado qué es la resiliencia y defender los valores", ha añadido la maltesa, que aboga por reducir a cero a largo plazo la dependencia energética de Rusia. 

"Tenemos que poner medidas más fuertes que se pongan en marcha y lleven al final de esta guerra antes de que se haga más daño", ha añadido Metsola en su entrevista en La Hora de La 1. "Voy a hacer todo lo posible para que nuestros mensajes sean claros, eficaces y ayuden a salvar vidas".

Foto: EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ha vaticinado que los próximos 15 días van a ser decisivos en la guerra en Ucrania, aunque todo dependerá de la resistencia de los ucranianos. "Todo se va a decidir en los próximos 15 días", ha subrayado en una entrevista en La Hora de la 1, al tiempo que ha recordado que hay que seguir "ayudando" a Ucrania enviándole más armamento.

FOTO: Josep Borrell, en una imagen de archivo. REUTERS/Ajeng Dinar Ulfiana

Miriam Benterrak es directora general de Programas de Protección y Atención Humanitaria. Nos cuenta en el Centro de Refugiados de Pozuelo que ahora mismo hay allí 340 personas, un 35% de ellas son niños. La mayoría son núcleos familiares. Los hombres no han podido salir de Ucrania y esto cambia las circunstancias habituales de los refugiados de otros conflictos: “Es importante pensar que eso es una dificultad añadida. Son núcleos familiares donde hay que poner la mirada en que son personas solas con niños a cargo. Hay que pensar muy bien en la escolarización y en el apoyo para su incorporación a la sociedad. Hay que pensar en su conciliación”. Añade Benterrak que el sistema de acogida necesita refuerzos para cubrir todos esos huecos. También habla del cansancio con el que llegan las refugiadas: “Cada vez nos encontramos con personas más cansadas, que han pasado por un proceso más complicado”. La gran mayoría quiere volver a su país y muchos cuentan con redes de apoyo en España y saben dónde quieren dirigirse cuando dejen este centro de acogida.

En la frontera entre Rumania y Moldavia, a solo unos kilómetros de Ucrania, ya no se observan las colas de hace un mes, cuando miles de personas huían de las primeras horas de guerra. Ahora encontramos a mujeres que vuelven por unas horas a sus ciudades en Ucrania, para recoger enseres de su casa o visitar a sus maridos. Son las historias de Tatiana o de Nasha, que han estado con nuestros enviados especiales a la zona, Laura Alonso y Sergio Jiménez.

Un mes de guerra y en Las Mañanas de RNE nos detenemos en lo primero que arrasa una guerra: las vidas. Muchas víctimas de esta invasión han tenido que abandonar su país, más de 3 millones. En el centro de Refugiados de Pozuelo hablamos con Natasha, ella cuenta a los micrófonos de RNE que ya estaba en España, pero cuando empezó la guerra tuvo que regresar para traer aquí a sus hijos y a sus nietos porque estaba muy preocupada. Está muy agradecida a España y le gustaría hacer aquí su vida, además explica que a su nieto le están ayudando mucho y ya lleva dos días en el colegio.

También, conocemos la historia de Alejandra. Ella al igual que Natasha ya se encontraba en España, lleva viviendo aquí tres años y tuvo que volver para traer a su hijo. Nos cuenta su experiencia en la frontera, los días que tuvo que esperar hasta poder volver. De momento explica que su intención no es quedarse aquí: “Es complicado, mi hijo tiene 16 años y quiere seguir yendo a su colegio en Ucrania.” Además, nos cuenta que tiene familia que todavía sigue en el país ucraniano: “Mi hija de 21 años se ha quedado ayudando a mis padres porque están muy mayores. Es muy duro ver esto desde lejos.”

¿Cómo está Ucrania tras un mes de guerra? Hablamos de la situación económica, militar, política y de los ciudadanos un mes después de la invasión rusa, con Viktor Savkiv, politólogo ucraniano. 

Desde Tenerife Lina nos cuenta cómo vivió el 24 de febrero, cuando empezó a escuchar las bombas de madrugada. El día antes celebraba su cumpleaños. Desde Jarkóv Alina recuerda su vida antes de la guerra. "Era feliz", dice.

La foto de hoy es del enviado especial a Kiev Fran Sevilla, que cuenta la historia de Boris Romanchenko, que sobrevivió a los campos de concentración nazis, y falleció en Ucrania por los bombardeos rusos.

En Kiev el día comenzaba con el sonido de las alarmas antiaéreas y las explosiones. Varios edificios de viviendas han sido alcanzados en el último ataque. No ha habido fallecidos, pero sí ha ocasionado grandes llamas que han exigido la labor de los bomberos. Las explosiones tan constantes han generado una boina de humo en algunos barrios y a algunos ciudadanos les cuesta respirar. La guerra ha cambiado radicalmente la vida en esta ciudad en la que este miércoles se veían larguísimas colas, una de ellas llena de voluntarios que esperan envíos de familiares y amigos para donar al ejército.

FOTO: EFE/EPA/ATEF SAFADI

Uno de los cementerios de Dnipro, la cuarta ciudad más importante de Ucrania y ubicada a 500 kilómetros de Kiev, se prepara para enterrar a los militares fallecidos en los últimos días de guerra.

Visitamos un cementerio sobre una explanada seca por el frío, donde se ven tumbas cavadas en las que descansarán militares tanto de esta región como de otras.