En Jersón, la Fiscalía ucraniana ha denunciado que las tropas rusas han cometido crímenes de guerra y aseguran que han encontrado varias cámaras de torturas en las que había porras de caucho, bates de béisbol e incluso máquinas para electrificar con las que torturaban para conseguir información a soldados y civiles ucranianos.
La comunidad internacional sigue preocupada en estos últimos días por la situación en la central de Zaporiyia, después de que el pasado fin de semana fuera bombardeada con hasta 20 proyectiles de artillería pesada. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido la desmilitarización de las instalaciones.
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