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Pocas ciudades han sufrido una transformación tan radical y dirigida como esta antigua villa pesquera del Golfo de Vizcaya. Las bondades terapéuticas de los baños de mar y el aire puro del Pirineo popularizaron Biarritz, hace menos de dos siglos, como destino de salud para clases pudientes. El recordado chapuzón que se dio Napoleón Bonaparte en sus aguas selló el destino de una ciudad cuya única riqueza había sido la caza de la ballena. Fue una andaluza, Eugenia de Montijo, esposa del emperador Napoleón III, la responsable del gran despegue turístico: su amor por Biarritz cristalizó en la construcción de un gran palacio en primera línea de playa, hoy convertido en hotel. El escritor Fernando Castillo, autor de 'Memoria de Biarritz' (editorial Confluencias) y biarrota de adopción estival durante muchos años, nos acompaña en un paseo histórico y emocional que parte del Port Vieux. Nos asomamos a la asombrosa y desconcertante Roca de la Virgen; recorremos calles y plazas entre edificios de estilo art déco y belle époque. No faltan las preceptivas paradas en la pastelería Miremont ni en los casinos. Tampoco un recuento de playas: el guía de la oficina de turismo Guillaume Foussadier nos muestra este borde costero tan apreciado por los surfistas. Con Juan Carlos de Barutell, guía oficial de Iparralde, conocemos los tres principales monumentos religiosos: la iglesia ortodoxa, la capilla imperial y la iglesia de Santa Eugenia. También reflexionamos sobre el futuro de este arrollador modelo de desarrollo turístico, que ha arrinconado a la tradición pesquera, ganadera y cultural de la zona. A través del objetivo de la fotógrafa Séverine Dabadie buscamos los últimos resquicios de autenticidad, cada vez más escasos y escondidos.

El paso de la tormenta Daniel en Grecia ha dejado diez muertos y cuatro desparecidos. Tanto militares como voluntarios intentan ayudar a sus vecinos en el transporte, la comida o la asistencia médica. Aunque el temporal ha remitido, hay puntos en los que el agua supera los dos metros y medio de profundidad. A pesar del desánimo, todos siguen trabajando.

Foto: EFE/EPA/YANNIS KOLESIDIS

El gobierno belga ha adoptado una medida polémica para hacer frente al gran número de peticiones de asilo: priorizará a las familias y dejará fuera a los hombres que viajen solos. El sistema belga garantiza, en teoría, una plaza en un centro de acogida una vez que se registra una entrada. Pero está colapsado. No hay sitio para todos y el gobierno ha decidido priorizar a familias, mujeres o ancianos.

Un año después de su muerte, los reyes han querido conmemorar la fecha de manera discreta. El rey Carlos III pasa este día en Balmoral, el mismo castillo escocés en el que falleció su madre hace exactamente un año.

Pocos cambios en la monarquía desde aquel 8 de septiembre. Para dar una imagen de estabilidad y continuidad, aseguran los analistas de la realeza. Porque el rey Carlos sabe que no es tan popular como lo fue su madre. Aun así, las últimas encuestas aseguran que casi 2 de cada 3 británicos piensan que está haciendo un buen trabajo.

Sin embargo, uno de los desafíos de su reinado será probablemente el de consolidar su imagen como monarca, después de 64 años como príncipe de Gales, a la sombra de su madre.

FOTO: REUTERS/Toby Melville

No es extraño que un 8 de septiembre lloviera en Balmoral, pero sí si esas gotas para muchos fueron lágrimas. Ese día, el cielo británico lloró la muerte de su casi eterna reina. El presentador de la BBC Huw Edwards fue quien dio al mundo entero la noticia. Banderas a media asta y miles de personas se congregaron en Buckingham Palace de día y de noche.

“Era una roca”, decía Liz Truss, quien fue la encargada de poner en marcha el protocolo: 10 días de despedida. Los actos en Edimburgo y Londres costaron 186 millones de euros.

FOTO: REUTERS/Hollie Adams

La tormenta 'Daniel' no da tregua en Grecia. En solo dos días, han sido rescatadas cerca de 900 personas en helicópteros o lanchas y la cifra de fallecidos a causa de la DANA asciende a seis. La ciudad más afectada es Volos, que sufre graves cortes de luz y donde ninguno de los alrededor de las 80.000 personas que la habitan tiene agua corriente. Además, los daños materiales que deja a su paso este fenómeno extremo son inmensos.

Foto: EFE/EPA/ACHILLEAS CHIRAS

La entrada a Volos es la viva imagen de la frustración: operarios de los servicios de emergencias descansan un poco mientras tratan de decidir a cuál de los cientos de problemas por resolver se van a dirigir. La Policía repite con paciencia una y otra vez las direcciones en las que no se puede ir, porque decenas de calles siguen inundadas y, en tiendas como esta, esperan en la entrada sin mucho qué hacer. No tienen, como la mayoría del pueblo, ni luz ni electricidad, pero han abierto por si alguien necesita llevarse agua embotellada.

FOTO: EFE/EPA/HATZIPOLITIS NICOLAOS

Desde primera hora de la mañana se ha estado limpiando la zona, retirando cascotes, desechos, restos de metralla y vehículos calcinados. Es la imagen del día después del bombardeo.

Poco antes del bombardeo miembros de un batallón fueron de compras al mercado. Uno de ellos, el comandante, nos enseña las zapatillas que compró poco antes del ataque. Se salvaron por muy poco. Es un mercado que frecuenta gente humilde.

Entre los que también se han salvado, los trabajadores de una oficina de empleo. Desde su ventana vemos dónde cayó el misil

En el hospital atendieron a decenas de heridos, que se suman a los que se recuperan de otros ataques. En este hospital hay todavía varios heridos graves y muy pocos recursos para tanta violencia.

FOTO: REUTERS/Vyacheslav Madiyevskyy