Elon Musk se enfrenta a un boicot en defensa de un grupo de trabajadores de Tesla en Suecia. El multimillonario, poco amigo de convenios y sindicatos, se ha dado de bruces con el modelo laboral del norte de Europa. En Dinamarca, Finlandia y Noruega los estibadores han respondido al magnate nortamericano impidiendo que los coches de Tesla entren en los puertos. Empleados de empresas eléctricas se niegan a mantener sus estaciones de carga, el servicio postal no entrega las placas de las matrículas y, a partir del 24 de diciembre, el de limpieza tampoco le recogerá la basura.
Foto: EFE / Angelo Carconi