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La marea tóxica de barro rojo provocada por un accidente en una empresa de aluminio de Hungría ha alcanzado el río Mosoni Duna, un afluente del Danubio, y amenaza el ecosistema del río más largo de Europa después del Volga. El PH del agua ha bajado hasta 9,2, después de que ayer miércoles hubiera alcanzado un valor de 13, una cifra todavía incompatible con la vida, ha explicado.

Se calcula que pueden tardar más de un año en limpiar y descontaminar la zona afectada, un área de 40 kilómetros cuadrados. Hasta el momento hay cuatro víctimas mortales, seis desaparecidos y 120 heridos.

El primer ministro británico David Cameron clausura el congreso anual de los conservadores, el primero desde que los toris volvieron al gobierno. Y va a intentar apaciguar las críticas contra los recortes sociales anunciados en los últimos días. La batería de medidas, muy impopulares, pretende reducir el enorme déficit público que sufre el Reino Unido.