Una cadena de atentados cometidos en Colombia en apenas 48 horas ha causado 18 muertos y 77 heridos. El gobierno culpa a las FARC; el presidente Santos a la guerrilla de hipocresía porque habla de proceso de paz pero sigue atentando.
Una oleada de tres atentados con bomba, que fueron atribuidos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), causaron 18 muertos y 77 heridos en distintos lugares de Colombia en menos de 24 horas.
Esas acciones terroristas llevaron al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a cambiar su agenda y visitar el lugar donde tuvo lugar el atentado más mortífero: Tumaco, un puerto marítimo sobre el Pacífico, en el suroeste del país.
Allí, una bicicleta bomba estalló el miércoles por la tarde frente a una estación policial y causó 11 muertos y 61 heridos entre uniformados y civiles.
Los otros dos atentados tuvieron lugar en Villa Rica, en el departamento del Cauca, donde hubo seis muertos y 12 heridos; y en Cajamarca, en el Tolima, con una mujer muerta y otros cuatro heridos.
- El más grave ocurrió en la ciudad costera de Tumaco, al suroeste del país
- Hay 77 personas heridas por estos ataques en distintos lugares del país
- Un coche bomba explota frente a una comisaría de Villa Rica, al suroeste
- Otro atentado dejó este miércoles siete muertos en Tumaco
- Una bomba ha estallado frente a una estación policial del municipio de Tumaco
- Según el alcalde de la localidad en la zona operan una columna de las FARC
- Colombia relaciona al ministro con el máximo líder de las FARC, "Timochenko"
- Hugo Chávez niega todas las acusaciones: "No tienen ni una sola prueba"
- "Nos interesa tratar en una hipotética mesa de conversaciones", ha manifestado
- En ella, propone abordar conflictos políticos y sociales de Colombia
Claqueta final para "Operación E", la película que ha rodado Luis Tosar en Colombia sobre el conflicto de las FARC. La historia está inspirada en hechos reales y cuenta con la participación de TVE.
- No precisan a cuántos secuestrados afectarán
- Ha coincidido con las multitudinarias manifestaciones en Colombia contra los secuestros
Miles de colombianos han tomado las calles y las plazas de más de 40 ciudades y pueblos del país para dar un ultimátum a los violentos y exigir la liberación de todos los secuestrados, en una jornada marcada por la exigencia de la paz en un país que vive un conflicto interno desde hace casi 50 años.
- Las manifestaciones se han dado en las principales ciudades del país
- Han exigido a la guerrilla la liberación de todos los secuestrados
- Las manifestaciones también se han repetido en otras ciudades del mundo
- Asegura que en el pasado los colombianos fueron engañados
- Las FARC y el ELN piden que la CELAC actúe como interlocutor
- Chávez y Santos se felicitan por el buen resultado de la reunión en Caracas
- Ambos países acuerdan también la construcción de un oleoducto
- Chávez afirma que ningún grupo armado atacará a Colombia desde su país
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Colombia, Juan Manuel Santos, ratificaron el lunes, con la firma de un nuevo acuerdo de libre comercio parcial y varios proyectos en energía, la paulatina mejora en sus relaciones diplomáticas.
Tras una larga jornada de trabajo que ambos presidentes comenzaron congratulándose por la detención en Venezuela del narcotraficante Maximiliano Bonilla, alias "El Valenciano", uno de los delincuentes más buscados en Colombia, Chávez y Santos reiteraron su voluntad de trabajar en las áreas de interés común.
"Lo mismo que quiero para mi país lo quiero para Colombia porque yo me siento también colombiano, lo siento en el corazón, en el alma, en los huesos, en los nervios, en las vísceras", dijo Chávez al proclamar su voluntad de estrechar los lazos bilaterales.
Venezuela actuará contra cualquier grupo armado que se esconda en el país. Lo ha dicho Hugo Chávez ante su homólogo colombiano, el presidente Santos, de visita en Caracas. Ninguno lo ha nombrado, pero el mensaje se dirige al nuevo jefe de las FARC, Timochenko, que desde hace años se refugia en territorio venezolano.
FRAN SEVILLA (Corresponsal en Costa Rica).- La sociedad colombiana está conmocionada por el asesinato de los rehenes en manos de las FARC cuando iban a ser liberados en una operación del Ejército. Un policía logró huir y, herido, consiguió escapar de sus captores.
LUÍS PÉREZ (Enviado especial de TVE a Caracas).- Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Juan Manuel Santos, se reúnen este lunes en Caracas para estrechar relaciones comerciales, que están muy deterioradas. Sin embargo, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El nuevo jefe de las FARC, apodado Timochenko, lleva años moviéndose en territorio venezolano.
Los restos mortales de los cuatro prisioneros fusilados este domingo por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han llegado al aeropuerto militar de Catam en Bogotá a las cuatro de la noche (hora peninsular) de este lunes tras cierto retraso provocado por el mal tiempo y trámites legales.
Los féretros de los cuerpos sin vida de los policías Yesid Duarte Valero, Elkin Hernández Rivas y Álvaro Moreno, así como del sargento mayor del Ejército José Libio Martínez han sido recibidos con honores militares. Uno a uno y en un silencio sepulcral, las fuerzas de seguridad han bajado del avión los ataúdes cubiertos con la bandera de su patria. Sobre la pista del aeropuerto, dos sacerdotes han dado la bendición a estos prisioneros que llevaban cautivos entre 10 y 14 años por las FARC.
- Los féretros de los cuerpos sin vida han sido recibidos con honores
- Se les va a realizar la autopsia para el martes, celebrar los funerales
- El único superviviente continúa hospitalizado en compañía de su familia
Ya están en Bogotá los cuerpos de los 4 secuestrados que asesinaron ayer las FARC. La guerrilla los fusiló cuando el Ejército intentaba liberarlos. La masacre deja por los suelos la popularidad de las FARC, y reabre un viejo debate: la sociedad se pregunta si es conveniente, o no, que el Ejército entre a sangre y fuego a liberar a los secuestrados.