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Son el centro de todas las miradas. Mourinho y Guardiola han expresado, a 24 horas del Barça-Madrid, su forma de ver el clásico. El madridista ha echado leña al fuego con el árbitro y el azulgrana ha avisado que saldrán a atacar.

"Y a quien no le guste, que cierre los ojos o la tele". Así de claro tiene Cristiano Ronaldo que saldrá al Camp Nou a hacer lo que sabe hacer. "A quien le gusta el fútbol espectáculo, le gusta lo que yo hago", decía en rueda de prensa. Por tanto, si el partido da para una llamada 'espaldiña' pues la habrá.

Además, Ronaldo cree que este partido "no es un duelo Messi-Ronaldo. Son tonterías". Y el portugués asegura no estar "obsesionado por los goles. No tengo presión de nadie. Quiero más". En realidad la presión se la pone él. Y con eso le basta al delantero del Real Madrid. Así le luce la cresta, goleando siempre que puede. Sólo le falta el Barça.

"José Mourinho, con todas sus cualidades y sus defectos". Así se presentó cuando llegó al banquillo blanco. Dice que todo lo habla a la cara y así, dice las cosas claras a sus jugadores, a los medios de comunicación, a los rivales. El provocador, el trabajador, el ganador, el rival odiado pero respetado... De él se dice todo esto pero a él, le da igual: "Ves mis ojos cómo están. Llevo una semana que no duermo". Mourinho. Parece que no existe nadie más.

Puyol, el capitán del Barça, ya lleva 22 'Clásicos'. Éste del lunes 29 de noviembre de 2010 es el primero que le enfrentará al Real Madrid de Mourinho pero "no jugamos contra él, jugamos contra el Madrid". Así es.

En estos momentos, siempre se echa la vista atrás y Piqué, el compañero en el centro de la defensa de Puyol, recuerda la cabeza de cochinillo que lanzaron a Figo cuando volvió al Camp Nou con la camiseta del Real Madrid: "A ningún culé le gustó la imagen del cochinillo". Pero eso ya pasó. Ahora piensa en frenar a Cristiano.