El arte nace y también desaparece. Con este pretexto, la Casa encendida muestra una exposición en Madrid sobre el arte efímero. Son piezas peculiares como pájaros dando un concierto. Obras de creadores que apuestan por lo pasajero, por construir o destruir o por dejar que la obra al final desaparezca.
Están en el Museo Thyssen, en una exposición que nos invita a disfrutar de las pinceladas impresionistas de artistas como Manet, Monet o Renoir.
Fotografías en las que trata de reflejar mitos tan españoles como "Carmen" o "El Tenorio". La exposición puede verse en el Instituto Cervantes.
Una industria en alza que este año crecerá un 2%, cuatro veces más de lo previsto a principios de año. Pero también crece la competencia. Por eso, los empresarios españoles tienen que ajustar cada vez más sus precios para no perder cuota de mercado frente a países como Turquía o los del norte de África.
Con casi un centenar de obras en las que se aprecia el entusiasmo vital del pintor flamenco. La exposición va acompañada de un documental que explica por qué sigue siendo actual este maestro belga del siglo XVll.
Es el museo de la democracia, porque nació en democracia y porque se marcó desde el primer momento el objetivo de abrir sus puertas al arte contemporáneo de las últimas décadas. El Museo Reina Sofía está de cumpleaños. 20 años en los que ha habido de todo, pero en los que, si miramos hacia atrás, casi nadie discute su relevancia internacional. Es el Museo del Gernika, un grito contra la guerra y también el símbolo de una España que dejaba atrás la dictadura. La vuelta del cuadro de Picasso sólo fue posible cuando la democracia estuvo consolidada. Pero el Reina Sofia es el Gernika y es mucho más.
Más de trescientas piezas salidas de la imaginación de creadores como Picasso o Dalí se pueden ver, desde mañana, en Barcelona. Una curiosa propuesta con la que viajamos del modernismo, a la vanguardia.
En España, apenas hay obra de este movimiento, por eso es única la exposición que ha comenzado esta semana en el Museo del Prado de Madrid. Se trata de la primera exhibición monográfica de Renoir, un pintor que hizo de la alegría y del color su seña de identidad. 31 cuadros que han venido a la gran pinacoteca gracias al préstamo de la Fundación Clark, un museo en el corazón de Nueva Inglaterra, en los Estados Unidos, y que puso en pie un matrimonio multimillonario que hizo del coleccionismo su gran pasión.
Es una de las grandes exposiciones de la temporada y la primera monográfica del pintor francés realizada en España. Una buena oportunidad para descubrir al Renoir menos conocido.
Recoge más de 100 piezas. Entre ellas hay 35 obras del pintor francés y otras muestras de arte árabe, que tanto le influyó tras su paso por España. Es la primera vez que se documenta el viaje de Matisse a Granada y el impacto que le causó La Alhambra.
