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Los mercados siguen sin tomarse un respiro. Los números rojos dominan las principales Bolsas europeas, encabezadas por Milán que a mediodía cae casi un 3%. Madrid, París y Fráncfort pierden más de un 2%. La crisis de deuda soberana continúa y salpica a Francia que ha recibido una advertencia de Moody's. La agencia subraya el deébil crecimiento lo que podría llevar a la economía francesa a perder la triple A, la máxima calificación financiera. El Ibex-35 baja, como es tradición después de unas elecciones generales. Los inversores están inquietos por la reunión del 'supercomité' en Estados Unidos que es probable que concluya sin acuerdo sobre el déficit de la primera economía mundial.

Las Bolsas bajan y las primas de riesgo suben tras la victoria del PP. Los mercados ya habían descontado el triunfo de la formación de Mariano Rajoy y siguen a lo suyo. En plena crisis de deuda, nada tranquiliza a los inversores que continúan castigando al conjunto de la zona euro. Un fondo japonés ha liquidado toda su cartera de deuda española lo que hace mella en la prima de riesgo que vuelve a superar los 460 puntos. Con todo, el diferencial de la deuda francesa con el bono alemán a diez años es el que más ha subido. Los números rojos tiñen las Bolsas europeas que se dejan en torno a un 2%. El euro cotiza a la baja.

La volatilidad reina en las Bolsas europeas, aunque dominan los números rojos. El Ibex-35 ha conseguido llegar a terreno positivo pero oscila entre el verde y el rojo, mientras que Milán aguanta las ganancias. El BCE ha intervenido en el mercado secundario comprando bonos lo que ha contribuido a relajar las primas de riesgo. La española marcaba un nuevo máximo superando los 500 puntos y se está comportando peor que la italiana.

La prima de riesgo de España ha roto la barrera de los 500 puntos básicos y ha abierto en 504, ampliando su diferencial con el bono alemán. Los mercados siguen apretando después de que la prima española rozara ayer los 500 puntos pero luego desandara el camino volviendo a los niveles de apertura y cerrando en 460 puntos, gracias a la compra de bonos españoles por parte del Banco Central Europeo. Italia también sigue sufriendo la presión de los inversores que solo se fían de Alemania. Incluso países como Francia, Austria o Bélgica están viendo su riesgo país en zona de máximos. Desde París y Madrid, ya se ha pedido una intervención más activa del banco emisor que preside Mario Draghi con el fin de salvaguardar la maltrecha estabilidad del euro.

El 7% de interés en la emisión de deuda a diez años del Tesoro es un nivel "realmente peligroso" porque supone pagar casi un tercio más que en la útlima subasta y nos sitúa en la zona de turbulencias en la que Grecia, Irlanda y Portugal tiraron la toalla.

Lo peor es que un interés del 7% acaba por afectar la economía real, es decir, los intereses que pagan las familias y las empresas por un nuevo crédito se encarecen.

La restricción del crédito hace que las expectativas de crecimiento se hundan y se aleja aún más la posibilidad de estimular la recuperación en un círculo vicioso que se conoce como la trampa de la deuda.

Los analistas y los políticos están empezando a pedir al BCE que se deje de melindres y compre bonos de forma masiva, ya que los Tratados de la UE lo permiten, lo único que prohíben explicítamente es que la entidad que preside Mario Draghi acuda directamente a las subastas de deuda de los Estados, en el mercado primario, no en el secundario.

Alemania interpreta que la entidad emisora no puede hacer compras masivas, pero es solo una interpretación y además entre sus mandatos el BCE debe salvaguardar la estabilidad de la zona euro.

En el fondo de lo que se trata es que la crisis de deuda lleva a una redistribución de la riqueza y por tanto del poder, que a Alemania y sus socios "virtuosos" como Finlandia les interesa sacar tajada en un rediseño de la eurozona con nuevas reglas.

Francia, sin embargo, si que ve con buenos ojos una intervención más activa del BCE ya que su prima de riesgo ha superado los 200 puntos básicos y eso pone en peligro, su triple A, la máxima calificación financiera.

Esperemos que el BCE intervenga con toda la artillería y meta en cintura a los mercados. El riesgo moral es que si el BCE defiende a los Estados en apuros, y acaba con la estrategia del palo y la zanahoria, estos no se vean obligados a reducir el déficit.

Alemania argumenta que el riesgo de bonos puede disparar la inflación, pero esto no ha pasado ni con la Reserva Federal, ni con el Banco de Japón que si que han comprado deuda. Además el BCE ha esterilizado los bonos obligando a los bancos a aumentar sus reservas.

Hay que recordar a los alemanes que Hitler no llegó al poder por la hiperinflación de 1939 sino por las severas medidas de ajuste de 1930.

La crisis de deuda que azota la zona euro ha llevado al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a plantear sanciones como eliminar el derecho a voto o crear una autoridad central "para intervenir directamente" en los presupuestos nacionales en los casos extremos de los países que no cumplen con los criterios de estabilidad. En la misma línea, el presidente de la Comisión, Juan Manuel Durao Barroso, ha señalado que nos afecta "una auténtica crisis sistémica" y ha pedido "más compromiso por parte de todos". Mientras el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aboga por un mayor peso político de ese órgano de gestión.

La tensión en los mercados de deuda no cesa, la prima de riesgo española e italiana marca máximos desde la introducción del euro y los inversores no recuperan la confianza. El Tesoro español se ha visto obligado a subir la rentabilidad un 40%, hasta el 5% en la emisión de letras a 12 y 18 meses. Ha logrado captar 3.158 millones de euros pero ha tenido que pagar el precio más alto desde 1997. Las buenas noticias como el crecimiento de Alemania y Francia en el tercer trimestre no hace mella en los mercados. Las Bolsas de Fráncfort y París tamién caen y el Ibex-35 retrocede un 1,6%.

La presión de los inversores sigue sobre la deuda y hace caer a las Bolsas que no mejoran a medida que transcurre la mañana. Francia y Alemania han tenido buenos datos de crecimiento, en el tercer trimestre su PIB ha avanzado más de lo previsto, pero sin embargo esas cifras solo han servido para atenuar las caídas en Fráncfort y París. La prima española ha superado los 450 puntos básicos, récord desde la entrada en el euro, e Italia vuelve a la zona de peligro rebasando otra vez los 500 puntos. Los mercados también empiezan a mirar a Francia cuyo diferencial con el bono alemán se amplía hasta 172 puntos. Los inversores están pendientes de la cita del Tesoro con los mercados que intentará colocar 3.500 millones en letras a 12 y 18 años.