Las autoridades francesas, con el presidente François Hollande al frente, han rendido un sobrio y solemne homenaje a las víctimas del terrorismo en 2015, que se ha llevado a cabo en la icónica plaza de la República de París. Después del acto, Hollande también ha visitado por sorpresa la Gran Mezquita de la capital francesa.
En una mañana fría y con poca afluencia de ciudadanos, Hollande -junto al primer ministro, Manuel Valls, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y parte de su Gobierno- descubrió una placa en memoria de las víctimas colocada a los pies de un "roble del recuerdo" plantado allí esta misma semana.