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En Francia, este lunes se ha retomado el juicio contra el cirujano acusado de abusar de 300 personas, muchas de ellas menores. El acusado, de 74 años, ha confesado que una de sus víctimas fue su propia nieta. Por su parte, la gendarme que investigó el caso todavía arrastra las secuelas del trauma que le causó leer el minucioso relato de agresiones sexuales y está de baja desde hace tres años.

Desde la unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, señalan que la dureza del material que analizan durante horas y horas puede repercutir en la salud mental de los investigadores. Por ello, piden estar alerta. "Nos dan unas indicaciones sobre señales de alarma que pueden indicar que hay algún tipo de afectación en nuestra salud mental por la exposición al tipo de material: imágenes recurrentes, insomnio, irascibilidad", expresa Emilio José Real, jefe del Grupo II de Protección al menor de la Policía Nacional. "Tenemos un teléfono 24 horas al que acudir", añade.

Dado que no es sencillo dar con el agresor, los policías que se encargan de estos casos están sometidos a reconocimientos médicos y evaluaciones periódicas.

Este lunes ha comenzado la cuarta sesión del mayor juicio por pederastia en Francia cometido por tan solo una persona. La exmujer del acusado ha desatado la indignación de las víctimas al declarar que "una violación es menos traumática cuando se es pequeño". Asegura que nunca supo lo que hacía su exmarido, aunque su propio cuñado ha afirmado que ella estaba al tanto de todo y que nunca hizo nada.

El acusado, el cirujano Joel Le Scouarnec, que está en prisión por abuso a sus propias sobrinas, violó y abusó sexualmente durante 25 años a sus pacientes mientras estaban anestesiadas en hospitales del norte de Francia. Le Scouarnec, que apuntaba en un diario todas sus agresiones sexuales, ha reconocido que cometió atrocidades.

En una visita oficial a Estados Unidos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha reafirmado en Washington y junto a su homólogo estadounidense, Donald Trump, la necesidad de una "paz sólida y duradera" en Ucrania. Una reunión que se produce en un momento de tensión ante la decisión de la Administración Trump de negociar directamente con Moscú sin contar con Kiev ni sus aliados europeos. Pese a ello, Macron ha enfatizado que Europa está dispuesta a asumir un rol más activo en defensa y seguridad.

En cuanto a negociaciones de paz, y según el mandatario estadounidense, la guerra en Ucrania podría llegar a su fin en cuestión de semanas si se alcanzan los acuerdos adecuados. Por su parte, el presidente francés ha insistido en que cualquier acuerdo de paz debe garantizar la estabilidad y la soberanía de Ucrania.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha vuelto a convocar este miércoles a líderes "europeos y no europeos" para tratar la situación en Ucrania. El nuevo encuentro, esta vez por videoconferencia, ha contado con la presencia de Islandia y Noruega, países europeos que no participaron en la primera cumbre; y Canadá, aliado de la OTAN. Es la segunda reunión celebrada en París esta semana en un intento europeo de contrapeso a la hegemonía estadounidense tras el rechazo de Washington a Bruselas, que ha dejado entrever que la Casa Blanca no busca la aportación comunitaria para poner fin al conflicto en Ucrania. Macron también tiene previsto acudir la próxima semana a la Casa Blanca para tratar las cuestiones relativas al conflicto.

Los principales líderes europeos quieren consensuar una posición común de cara a las negociaciones para poner fin a la guerra de Ucrania. Este lunes se reúnen de urgencia en París convocados por Emmanuel Macron.

Es la reacción a la intención de Estados Unidos de negociar con Rusia dejando a la Unión Europea fuera de la mesa. Como era de esperar, la guerra de Ucrania ha marcado la Conferencia de seguridad de Múnich.

Foto: EFE/EPA/LUDOVIC MARIN