Los Al-Khaloot son desplazados en su propia casa, convertida en ruinas por los bombardeos israelíes en Gaza. Como ellos, 1,7 millones de palestinos de Gaza son desplazados internos, refugiados en su propio país. Así están 70 millones de personas en todo el mundo. Otros 50 millones de desplazados han cruzado la frontera, como parte de los 14 millones de sirios huidos de la guerra. En Sudán, son cerca de once millones. También el cambio climático fuerza el desplazamiento masivo, otra fuente de conflicto.
Aumenta la tensión el frente norte de Israel. La milicia de Hizbulá ha respondido con decenas de cohetes al asesinato de uno de sus líderes en un ataque israelí. La escalada llega en medio de los intentos de impulsar un nuevo alto el fuego en Gaza y coincide con un informe independiente de la ONU que acusa a Israel y a Hamás de crímenes de guerra. Dicho informe acusa a Israel de atacar intencionadamente a la población para causar el mayor daño posible. Usar el hambre como arma de guerra, el asesinato o las torturas son otras acusaciones contra Israel, que habla de documento sesgado, abominable e inmoral. Al brazo armado de Hamás y otras milicias palestinas también se les acusa de crímenes de guerra y contra la humanidad, asesinato de 1.200 personas, en su mayoría civiles y violencia sexual.
Más de 50.000 niños necesitan urgentemente medicamentos para tratar los efectos de la hambruna severa en Gaza, según Naciones Unidas. La alerta humanitaria la ha lanzado este martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la conferencia internacional de "Respuesta Humanitaria Urgente para Gaza", que se ha celebrado en el mar Muerto, al suroeste de Jordania. A la reunión, organizada por Jordania, Egipto y la ONU, han asistido jefes de Estado y de Gobierno y representantes gubernamentales de 75 países, incluida España, con el presidente, Pedro Sánchez, y su ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Allí, Sánchez ha anunciado un paquete extra de 16 millones de ayuda humanitaria para la Franja.
Casa Árabe ha acogido la presentación de 'Gaza. Crónica de una Nakba anunciada', un libro de Ignacio Álvarez-Ossorio y José Abu-Tarbush que pone contexto a la situación a la guerra en Gaza mientras que señala la inacción de la sociedad internacional.
Este martes, en Jordania, líderes internacionales participan en una conferencia internacional de emergencia para impulsar la ayuda humanitaria a Gaza. Varios grupos de trabajo estudian ya cómo agilizar la ayuda y la posterior reconstrucción de la Franja. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado desde allí un paquete adicional de ayuda a Palestina de 16 millones de euros. Un día antes, Estados Unidos logró impulsar su plan de tregua para Gaza en la ONU. El Consejo de seguridad apoyó este lunes la propuesta de Joe Biden, que contempla un alto al fuego inmediato de seis semanas, con la intención de que pase a ser permanente, los rehenes sean liberados y se pueda reconstruir la Franja. Esa resolución es vista con buenos ojos por algunos dirigentes de Hamás, pero eso no significa que el núcleo duro de la organización la respalde. Por eso, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, presiona para que lo haga cuanto antes. También lo hace en el lado israelí. En las últimas horas, se ha reunido con Benny Gantz y Yair Lapid, líderes de la oposición, que sí respaldan el plan propuesto por Estados Unidos para un alto el fuego y la liberación de los rehenes.
El Consejo de Seguridad de la ONUha aprobado este lunes una resolución presentada por Estados Unidos (EE.UU.) de apoyo a la propuesta de tregua que dio a conocer el presidente Joe Biden el pasado 31 de mayo, en la que se establece un plan de tres fases para poner fin a la guerra en Gaza.
Estados Unidos intenta reflotar la última propuesta de tregua en Gaza. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, está de nuevo en Oriente Próximo, pero llega en uno de los peores momentos, cuando el centrista Benny Gantz ha abandonado el Gobierno de Benjamín Netanyahu y en uno de los fines de semana más sangrientos en la Franja de Gaza desde que empezó la guerra.
El ministro del Gabinete de Guerra de Israel, Benny Gantz, ha anunciado que deja el Ejecutivo de Emergencia creado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, al considerar que este se interpone a una "verdadera victoria".
Decenas de miles de personas se han vuelto a manifestar en Tel Aviv. Algunos llevaban pancartas con imágenes de los rehenes rescatados en la última operación del Ejército israelí. Las familias no ocultan su alivio pero insisten en que la alegría no será plena hasta que todos los secuestrados vuelvan a casa. En la operación participó la Inteligencia estadounidense. Israel llevaba semanas preparando el rescate, incluso habían hecho maquetas de los dos apartamentos donde estaban los rehenes. Hamás los tenía secuestrados en una zona densamente poblada, que fue bombardeada intensamente por las fuerzas israelíes. Las autoridades gazatíes hablan de más de 270 muertos, entre ellos mujeres y niños. El único hospital operativo de la zona está colapsado. La autoridad palestina ha denunciado ante la ONU lo que califica de masacre contra civiles y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dice que este baño de sangre tiene que acabar.
Foto: Manifestación en Tel Aviv de familiares y amigos de los rehenes en manos de Hamás (Ilia Yefimovich/dpa)
Las tropas israelíes liberan a cuatro rehenes que estaban en manos del grupo islamista Hamás desde el 7 de octubre. Los han rescatado en una operación en el centro de Gaza. Hamás asegura que en esa zona han muerto al menos 210 gazaties y 400 han resultado heridos. Ha sido una operación que el Ejército llevaba semanas preparando y que ha ido acompañada de intensos bombardeos. Un oficial israelí ha muerto en la operación.