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Eran los años finales de los 50 y Zaragoza vivía con ilusión la próxima inauguración del nuevo campo del Real Zaragoza La Romareda se inauguró el 8 de septiembre de 1957. Por aquellos años,, Televisión Española se preparaba para ofrecer allí los partidos en directo. La primera retransmisión tuvo lugar un 28 de octubre de 1957.

Fútbol | FC Barcelona

Radiografía del Messi goleador

  • El argentino ha marcado casi la mitad de sus goles al primer toque
  • Messi las mete de todas las formas, pero prefiere la zurda para anotar
  • Esta temporada lleva 54 goles con un promedio de 1,2 goles por partido

España rompió todas sus maldiciones, tanto la famosa barrera de cuartos de final como el mal fario en las tandas de penaltis, ante la todopoderosa Italia. Previamente, el equipo dirigido por Luis Aragonés asombró a Europa con una brillante fase de grupos, en la que hizo pleno de victorias ante Rusia, Suecia y Grecia.

Los rusos volverían a sufrir el azote español en semifinales, al ser derrotados por 3-0 con goles de Xavi, Güiza y Silva. Quedaba lo más difícil, la final ante la potente Alemania. Pero un gol de Torres permitió a España proclamarse campeona de Europa 44 años después.

Fue la primera final que se decidió por penaltis y que encumbró a Panenka, centrocampista de la selección checoslovaca. La otra cara de la moneda, siempre que hay una tanda de penaltis, fue la del alemán Uli Hoeness, que falló su lanzamiento.

El azar no quita méritos al torneo que hizo Checoslovaquia, que fue considerado el mejor y justo vencedor en el cómputo general. Como muestra, la clara victoria en semifinales por 3-1 frente a la Holanda de Cruyff y Neeskens, doble subcampeona del mundo, en 1974 y 1978.

La RFA se convirtió en la primera bicampeona de Europa, formando un equipo en el que debutó Lottar Matthaus con 19 años, y con caras tan conocidas como Bernd Schuster, Uli Stielike y Karl-Heinz Rummenigge.

España llegó a la fase de los ocho mejores de Europa, con Arconada, Alexanco, Zamora, `Quini¿, Satrústegui y compañía, pero solo consiguió un empate frente a Italia y sendas derrotas, contra Inglaterra y Bélgica, a la postre finalista.

Yugoslavia hizo una gran clasificación, ganando a Francia en cuartos y a Inglaterra, la entonces campeona del mundo, en `semis¿. Acariciaba el título a diez minutos del final pero se encontró con una Italia con la suerte de cara.

Los transalpinos, fieles a su estilo, terminaron empate a cero los 120 minutos que se jugaron contra la URSS. Como entonces no existían los penaltis, fue una moneda la que decidió quién sería el finalista.

Sin embargo, en la final, que acabó 1-1, no pareció la mejor opción lanzar una moneda al aire, por lo que se jugó un partido de desempate, dos días después, que ganó 2-0 Italia. Dino Zoff, portero de los `azzurri¿, tomó el testigo de Yashin.

Esta fase final marcó el inicio de la época dorada de la RFA, ya que después de este campeonato llegaron otras nueve finales en 13 torneos distintos. Ejemplo de ello es que el once ideal lo coparon jugadores alemanes y soviéticos.

Pero si alguna selección fue entonces la más temida, sin duda era la alemana, con victorias de mucho mérito como el 1-3 en Wembley frente a Inglaterra en cuartos de final. Netzer y Beckenbauer dominaron el centro del campo, lo que sumado al poderío de Müller y Hoennes en la delantera se antojó casi imposible para los soviéticos. No en vano, ha sido considerada la mejor selección alemana de la historia.

Un cierto renacer de la URSS fue frenado en la final por una Holanda que se cobró la deuda con el pasado.

El engranaje de la 'naranja mecánica' funcionó gracias a la conexión de jugadores como Ruud Gullit, Frank Rijkaard y, sobre todo, el genial Marco van Basten. A partir de ese momento su talento lo aprovecharía el Milan.

El complemento lo pusieron campeones de Europa con el PSV de Eindhoven como el portero Hans van Breukelen, Gerald Vanenburg y un desconocido hasta entonces Ronald Koeman. El Madrid de la 'Quinta del Buitre' los sufrió en semifinales de la Copa de Europa; ya en la Eurocopa, los españoles sucumbieron en la fase de grupos.

"El fútbol es un deporte de once contra once, que inventaron los ingleses, y siempre gana Alemania". Fue la cita profética de Gary Lineker años antes. "Football is coming home" cantaban los anfitriones, pero se toparon con los germanos y la suerte de los penaltis en semifinales.

La buena suerte les sonrió a los ingleses contra la España de Clemente en cuartos de final en Wembley. Mientras, un combinado checo con hombres como Karel Poborski, Radek Bejbel y Pavel Nevdev soñó con emular los éxitos de la unificada Checoslovaquia en 1976, pero Oliver Bierhoff frustró sus aspiraciones con el primer "gol de oro" de la historia de las finales.

El año 1992 fue de oro para el deporte español, aunque España ni jugó la fase final de la Eurocopa de Suecia. En cambio, otra selección más modesta lo recordará como un verano de ensueño.

La guerra de los Balcanes supuso la expulsión de Yugoslavia y la inclusión a última hora de los daneses. Además, la URSS ya no existía y jugó como la CEI, mientras que Alemania participaba unificada por primera vez.

Dinamarca fue de menos a más, dejando en la cuneta a la Francia de Platini ¿en su recta final- y a la campeona Holanda, hasta aguar la fiesta a la potente Alemania, que venía de ganar el Mundial de Italia¿90. Michael Laudrup renunció a jugar el campeonato, decisión que lamentaría a la vista de lo bien que lo hizo su hermano Brian.

La idea del francés Henri Delaunay de enfrentar a las mejores selecciones de Europa se plasmó a finales de los 50, años después de su muerte. Se instauró un sistema de rondas a doble vuelta hasta las semifinales. La URSS debía haber jugado contra España en cuartos, pero Franco boicoteó la eliminatoria impidiendo la entrada de los soviéticos, que finalmente jugaron la semifinal contra Checoslovaquia, confirmando así la supremacía de los países del Este.

En el otro lado del cuadro, Yugoslavia venía de ganar el oro olímpico de Roma. La selección `plavi¿ se deshizo de Bulgaria y Portugal previamente. Luego consiguió una gran remontada en semifinales frente a Francia, la anfitriona. La final, ganada por 2-1 por la URSS, fue la consagración de Lev Yashin como uno de los mejores porteros de la historia.