Este mundial está rodeado de polémica desde que Catar fue elegido como la sede hace 12 años. Las críticas no han cesado. Por un lado, por los casos de corrupción en el proceso de elección. Por otro por ser el más caro de la historia con 220 millones de euros en lo que para muchos es una campaña de lavado de imagen del país. Pero las críticas más duras se dirigen a la vulneración de los derechos humanos. Sobre todo, de los migrantes, las mujeres y el colectivo LGTBI.
Nas Mohamed es homosexual. Desde hace unos años vive libremente su sexualidad en San Francisco, pero no siempre fue así. Nació y creció en Catar. Si continuase allí no podría darnos esta entrevista. Correría, nos cuenta, mucho peligro.