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En la frontera terrestre entre Grecia y Turquía desde uno y otro lado se han lanzado gases lacrimógenos, unos para evitar la entrada de los miles de inmigrantes que se agolpan para llegar a Europa, desde el otro, teóricamente, para protegerlos de las actuaciones de la policía griega. En las islas la cosa marcha un poco más tranquila, por el viento que azota la zona, que hace que los migrantes se piensen lanzarse a la aventura y por el otro, porque Ankara afirma respetar la tregua de evitar que los migrantes intenten llegar a territorio de la Unión Europea vía marítima. Lo cierto es que en esta situación Grecia dice que el acuerdo sobre inmigración con los turcos está muerto. 07/03/20

Erdogan reitera que no cerrará las puertas hacia a Europa y que rechazará la propuesta de celebrar una reunión trilateral al respecto con Bulgaria o Grecia. El ejército, según la agencia Anadolu, está desviando a los migrantes que llegan a las costas hacia la frontera terrestre por el riesgo que conlleva el viaje por Mar.

Esos riesgos son los que comprueba Sara Alonso, desde el terreno, en Lesbos. Ha visitado los cementerios de la isla griega.

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reúnen hoy en Croacia para abordar la crisis migratoria inducida por Turquía al abrir sus fronteras. Quieren evitar una crisis como la de 2015, pero ahora mismo en la isla de Lesbos, en Grecia, decenas de miles de personas permanecen atrapadas. 

En Las mañanas de RNE conectamos con nuestra enviada especial a LesbosSara Alonso Esparza. Ayer relataba la situación en el campo de Moria y hoy se ha trasladado hasta el norte de la isla. Si hay un lugar que puede retrarar la llamada crisis de los refugiados es un vertedero donde se descomponen al sol miles y miles de chalecos, además de barcas pinchadas, motores rotos, zapatos y ropa de niños y adultos. Una montaña con los restos físicos de las llegadas, lo que quedó en la playa. La ruta del Egeo fue la principal en el momento del mayor número de llegadas, en 2015: arribaron cerca de un millón de personas a las costas griergas. Este año, 4.764 pisaron tierra en las islas del Egeo procedentes de Turquía. La distancia es entre Grecia y Turquía es corta, pero la travesía es muy peligrosa: este año han muerto 68 personas- Según la Organización Internacional de las Migraciones en las aguas del Egeo en los últimos cinco años han muerto más de 1.700 personas que pretendían alcanzar las costas griegas. En toda la isla de Lesbos existen cementerios de personas enterradas sin nombre o con un placa reciclada con la palabra "desconocido". 

Las personas que han llegado desde Turquía hasta Lesbos van a ingresar en un buque de la armada. Son cerca de 500 personas a las que ahora Turquía les deniega volver al país y Grecia no les permite la entrada desde que el Gobierno suspendiese el derecho a pedir asilo en el país. El barco permanecerá atracado durante varios días y el gobierno griego no contempla ningún motivo humanitario para solicitar protección internacional, sino que con el objetivo de defender sus fronteras, les considera migrantes irregulares y deben ser expulsados.

Los migrantes sirios que han llegado a la isla de Lesbos en los últimos días van a ser trasladados a un centro de internamiento en el norte de Grecia. Esto se debe a que el campo de refugiados de Moria, el mayor de Europa, está desbordado. Las 20.000 personas que viven en él lo hacen hacinadas y en condiciones infrahumanas, bajo plásticos y rodeados de basura. La inseguridad marca la vida en el campo con robos, apuñalamientos y violencia sexual. A esto se suman la falta de comida, medicamentos y electricidad. Sus habitantes lo describen como algo “peor que el infierno”. Informa la enviada especial Sara Alonso.

Crisis de refugiados

Lesbos: el sótano de Europa

  • 20.000 personas se hacinan en el campo de refugiados de Moria concebido para 3.000
  • Un buque militar acoge a los que no tienen derecho a solicitar asilo

La Unión Europea respalda la actuación de Grecia en la crisis de migrantes en la frontera greco-turca. Los ministros del Interior de los 27 han pactado una declaración en la que señalan que no van a tolerar el paso irregular de migrantes a través de la frontera exterior.

Los 27 buscan evitar la división interna que la llegada de refugiados provocó entre ellos en 2015. En aquel momento se pactó un reparto de solicitantes de asilo entre los socios que muchos no llegaron a cumplir. "Antes estábamos divididos, ahora estamos unidos", dijo la Comisaria del Interior, Ylva Johansson. Esa unidad se vio ayer en un comunicado conjunto de los ministros del Interior: apoyan plenamente a Grecia, le enviarán refuerzos humanos y técnicos para sellar la frontera. Para los que intentan entrar en Europa la Unión lo tiene claro, dice que se olviden: "Los pasos irregulares de la frontera no se tolerarán", advertía ayer el primer ministro croata, quien evita referirse a las posibles violaciones de los derechos humanos en Grecia. 

En la calle, un centenar de personas protestaban por la mano dura europea: "Los refugiados son bienvenidos aquí", coreaban un grupo de manifestantes que acusaban a la UE de adoptar el discurso de la extrema derecha.

Informa María Carou, corresponsal en Bruselas

La tensión sigue aumentando en la frontera greco-turca, donde se concentran miles de migrantes tras la decisión de Ankara de abrir sus puertas a Europa. Como decimos, la tensión ha ido a más y en las últimas horas un migrante ha fallecido en uno de los puestos fronterizos por disparos procedentes del lado griego cuando estaba tratando de entrar en Grecia. Nos situamos en la isla de Lesbos.

Los ministros de Interior de la UE rechazan el uso que Turquía hace de los refugiados, para lograr sus objetivos en Siria. Bruselas ha anunciado una ayuda urgente de 170 millones para la crisis migratoria que sigue en la frontera entre Grecia y Turquía. La tensión entre ambos países y en los campamentos griegos continúa. Por otro lado, han anunciado la llegada de otros 400 migrantes a la isla griega de Lesbos que están siendo trasladados para su identificación.


Los miles de refugiados que se agolpan en la frontera turca con Grecia dependen de las decisiones que pueda tomar la Unión Europea. La situación es tensa, pero a pesar de las cargas con gases lacrimógenos miles de personas siguen intentando llegar a Europa.

La situación también es muy complicada en varias islas del mar Egeo. En Lesbos a primera hora de la mañana, alrededor de un centenar de migrantes esperaban al borde de la carretera en una zona donde suelen llegar embarcaciones. Llevaban allí tres días. La policía les ha repartido mascarillas, sin explicar la razón, y después han llegado dos autobuses a los que se han subido bastante desconcertados, sin saber a dónde se los llevan.

Algunos de estos refugiados están embarcando en un buque de la armada griega que ha llegado al puerto de Mytilene. Es una especie de albergue flotante en el que se va a acoger a más de 400 personas que han llegado en los últimos días. Así se quieren evitar los enfrentamientos y separarlos de los que llegaron antes y sí tienen derecho a asilo. No se sabe cuáles serán las condiciones de vida en el barco, si tienen derecho a moverse libremente.

Todo está cambiando en las islas del Egeo en cuanto a la gestión migratoria tras el endurecimiento de la política del gobierno, criticada por autoridades y vecinos locales.

Informa la enviada especial de RNE a Lesbos Sara Alonso.

La Policía griega ha vuelto a lanzar este miércoles gas lacrimógeno contra los migrantes y refugiados que tratan de entrar al país desde la frontera con Turquía. Algunos logran cruzar el río pero son devueltos a territorio turco, según informa el enviado especial de TVE, Miguel Ángel García.

En las cincos islas del Egeo hay 40.000 migrantes varados. En una de ellas, Lesbos, está Moria, el campo de refugiados más extenso. "Es un infierno para nosotros" confiesa un joven afgano a la enviada especial de RNE en la zona, Sara Alonso, en el puerto de Mytilene, la capital de la isla. Allí la polícia griega ha expulsado a un grupo de refugiados que había llegado al oído de falsos rumores que aseguraban que podrían salir hacia Atenas.

"Un día quizá sea verdad" explica un joven sudanés. Todas estas personas tienen la necesidad de creer esa posibilidad porque su situación es desesperada.

La Unión Europea celebra hoy una reunión extraordinaria de Interior para tratar la presión migratoria en las fronteras griegas.