Las fuerzas del recientemente formado gobierno de unidad libio, apoyado por Occidente, han logrado romper el cerco y entrar el Sirte, la ciudad costera que servía de base al Daesh en este país completamente roto. Según las últimas informaciones, ya controlan el puerto. En algunos barrios, algunos yihadistas oponen resistencia, otros han huído al desierto.
El escritor argelino Yasmina Khadra recrea en su última novela, 'La última noche del Rais', las últimas horas del dictador Muamar el Gadafi antes de ser linchado por los rebeldes y arrastrado por las calles de su ciudad natal. En una entrevista para El Mundo en 24 horas ha dicho que "no hay voluntad política para combatir el islamismo".
El Ministro de Exteriores, José Manuel García- Margallo, ha alertado en los Desayunos de TVE sobre el avance del Estado Islámico en Libia, y ha defendido la necesidad de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para poder actuar. No obstante, ha explicado que el presidente del Parlamento de Tobruk no quiere convocar la cámara para permitir la intervención, y ha anunciado sanciones al respecto.
Naciones Unidas ha anunciado una propuesta de formación de un gobierno de unidad nacional en Libia. Esta propuesta deberá ser ratificada por el Parlamento de Trípoli, que no ha acudido al acto, y el de Tobruk, reconocido internacionalmente (09/10/15).
En crónica internacional, después de un año de negociaciones se ha abierto una puerta a la esperanza en Libia. Los dos gobiernos rivales que hay en el país han alcanzado un pacto para formar un ejecutivo de unidad. Lo han hecho en Marruecos con la mediación del enviado especial de Naciones Unidas, el espeñol Bernardino León (09/10/15).
En la frontera serbo-húngara siguen hacinadas cientos de personas y las autoridades de Budapest anuncian la participación del Ejército en labores de vigilancia cuando entre en vigor la nueva ley que contempla penas de cárcel para quienes entren clandestinamente en el país.
Hungría ha fletado un centenar de autobuses para trasladar a los migrantes que marchan por la autopista M1 y a los que permanecen en la estación de tren de Budapest. Austria y Alemania permitirán la entrada y paso de los refugiados como una medida excepcional.
