Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Albares se ha reunido en Beirut con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, con quien ha analizado el cumplimiento del acuerdo de alto el fuego de dos meses alcanzado con Israel al pasado 27 de noviembre para poner fin a los combates entre el Ejército israelí y Hezbolá. El ministro de Exteriores ha anunciado una aportación de 10 millones de euros para ayudar a la reconstrucción del sur de Líbano y otros 10 millones para formar al Ejército para dotarle de mejores medios y salarios. Asimismo, ha pedido la vuelta a casa de todos los rehenes y la entrada masiva de ayuda humanitaria a la franja.

El Líbano ya tiene presidente tras más de dos años de parálisis política. Joseph Aoun, considerado el candidato favorito de EE.UU. y de Arabia Saudí, ha sido elegido en segunda vuelta con el apoyo de 99 diputados de los 128 del Parlamento libanés.

En su mandato de seis años, Aoun tiene por delante grandes desafíos. Entre ellos, garantizar la tregua firmada con Israel para que el Ejército hebreo se retire del sur del país. También deberá formar un Gobierno capaz de implementar las medidas económicas que le exige la comunidad internacional y poder salir del colapso financiero.

En 2024, israelíes y libaneses fueron adentrándose una escalada bélica que ha quedado congelada con una frágil tregua que puede romperse en cualquier momento. Tras décadas de hostilidades y ocupaciones israelíes, la posibilidad de un acuerdo que lleve la paz a la región parece muy lejana. El Líbano parece víctima de una maldición bélica y ha acabado el año aún peor: está sumergido en una crisis económica, política, bélica y humanitaria. Informa Fran Sevilla.

Se cumple un mes del alto el fuego en Líbano. El Ejército libanés denuncia más de 300 bombardeos israelíes en el último mes. El Ejército hebreo dice que son la respuesta de ataques previos de Hizbulá. Pese a pender de un hilo, el nuevo escenario abierto en Siria hace pensar a los expertos que mantendrán vigente el alto el fuego. Según Israel, ha intervenido el 80% de armamento de Hizbulá. La caída de Asad en Siria complica a Irán el abastecimiento a la milicia libanesa por su frontera.

Medio millón de libaneses han vuelto a sus hogares y la población israelí sigue desplazada; sus tropas no han cumplido aún la retirada pactada. Mientras, los hutíes, con base en Yemen, retan a Israel con cuatro ataques en una semana.

En las afueras de Tiro, la segunda ciudad de Líbano, abren una fosa común con decenas de cadáveres. Son algunos de los fallecidos en los bombardeos israelíes de las últimas semanas. Ahora, con la tregua, las familias llegan a la zona, tratando de superar el nauseabundo olor. Algunos portan el retrato de sus seres queridos, y los buscan, y lloran delante de donde está su cuerpo.

El suburbio de Dahye, ubicado en Beirut, ha sido el epicentro de los ataques israelíes. La tregua, que sigue vigente, ha devuelto cierta normalidad a los ciudadanos a pesar de la enorme devastación de barrios enteros. Por el momento, las máquinas aún no han entrado para remover los escombros y los vecinos, con sus propias manos, reparan sus casas y sus tiendas.

Pese al alto el fuego, en las últimas horas, Israel e Hizbulá se han acusado de violarlo, aunque muchos se aferran a la esperanza y están tratando, rápidamente, de rehacer sus vidas.

En 24 horas de RNE, conectamos con Beirut para hablar con Alejandra Salvat, la delega de la Cruz Roja Española en el Líbano, donde "hay un ambiente de celebración". La noticia del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá ha sido acogida entre la población libanesa "con esperanza", cuenta Salvat. "Hay un sentimiento de alivio general" tras unas semanas críticas de violencia. "Todo el mundo sabe lo que vamos a enfrentar en las próximas semanas y va a ser un reto", añade la Salvat, que espera que este alto el fuego pueda traducirse a largo plazo en un acuerdo de paz y estabilidad futura. "Las consecuencias de esta guerra no van a sanarse en las próximas semanas", lamenta la delega de Cruz Roja Española en Líbano. Entrevista completa en RNE Audio.

Por primera vez en más de dos meses, este miércoles no hay bombardeos sobre el cielo de Beirut. El acuerdo de alto el fuego establece el fin inmediato de las operaciones militares de Israel contra el Líbano, así como la retirada gradual de las tropas que han invadido el sur del país y que el martes se dejaron ver junto al río Litani.

Esa será la nueva frontera entre Israel e Hizbulá. La milicia chií se compromete a retirarse al norte del río, mientras que los soldados israelíes tendrán que replegarse a 30 kilómetros al sur, más allá de la Línea Azul, la frontera oficiosa. En toda la región tendrán que desplegarse 5.000 soldados de las Fuerzas Armadas libanesas.

Foto: EFE/EPA/WAEL HAMZEH

Tras el anuncio del alto el fuego, el estallido de alegría se ha elevado entre los escombros del sur de Beirut. Se han enarbolado banderas de Hizbulá e incluso se han lanzado disparos al aire. En la ciudad de Tiro, especialmente castigada en los últimos meses por el ejército de Israel, el ambiente es parecido. Muchos tienen la oportunidad de volver a casa.

Pero por mucho que festejen, esto no es una victoria. Es solo un alto el fuego de dos meses sobre el que aún hay muchas dudas y que llega después de 14 meses de fuego cruzado y 4.000 muertos. Por lo pronto, el Ejército israelí se mantendrá en el sur durante ese periodo, lo que les permite libertad de acción, contraviniendo los puntos de la Resolución 1701 de la ONU. Para muchos, lo importante no es tanto las condiciones como "permanecer en esta tierra". Otros se mantienen cautelosos: "Veremos si la tregua es real; habrá que esperar unos días".

Lo mismo piensan los ciudadanos del norte de Israel. Desean volver a sus casas, pero este alto el fuego no les ofrece seguridad. "No confiamos en los que están al otro lado [Hizbulá]; es como negociar con el diablo". Una encuesta del canal 12 israelí asegura que sólo un 36% de los ciudadanos están a favor de este acuerdo.

El alto el fuego de 60 días entre Israel y Hizbulá, en virtud de un acuerdo alcanzado la víspera con EE.UU. y Francia como garantes, ha entrado en vigor este miércoles a las 04:00 hora local (02:00 GMT), hora tras la que Israel ha advertido que mantiene desplegadas a sus tropas en el sur del Líbano.

El alto el fuego ha seguido al anuncio la víspera del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien indicó que entraría en vigor a la hora señalada, y anticipó que "está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades”.

Foto: AP Photo/Bilal Hussein

Netanyahu acepta el alto el fuego de 60 días con el Líbano. En 24 horas de RNE, Mahmoud Choucair, médico español que vive en Líbano, nos ha contado que a lo largo del día de hoy, Israel todavía ha continuado atacando distintas zonas del país. "La gente está harta, pero la gente sabe quién es el culpable, el estado invasor de Israel. Y da la casualidad que el mediador a nosotros nos regala latas y a Israel le regala bombas y aviones. Ojalá haya un alto al fuego porque la gente necesita respirar y quiere recuperar un poco de paz", ha expresado el médico español.

Mahmoud Choucair ha explicado que como médico está acostumbrado a tratar heridas de guerra o la masificación en los hospitales que está padeciendo el país y que lo llevan bien teniendo en cuenta las circunstancias. "El problema sanitario no es solo en el hospital. El problema sanitario es en toda la población. Y menos mal que de momento no hemos tenido epidemias de enfermedades infecciosas", ha recordado Choucair. Entrevista completa en RNE Audio.

Tras más de doce meses de ataques cruzados entre Israel y el Líbano, muchos esfuerzos diplomáticos en varios frentes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado luz verde a ese alto el fuego en el sur del Líbano.

Joe Biden ha dado más detalles de lo pactado desde los jardines de la Casa Blanca. Estados Unidos será el árbitro de que se cumpla este alto al fuego. Biden confirma que ha hablado con el primer ministro de Israel y con el del Líbano: dice que ambos han aceptado el acuerdo para un alto el fuego. El presidente de Estados Unidos precisa que entrará en vigor a las 4 de la madrugada del miércoles, hora local, y cesarán los ataques. A partir de ahí empezarán 60 días en los que las fuerzas armadas israelíes se irán retirando de la zona, las del Líbano irán retomando su territorio en la frontera y Hezbolá no volverá a rearmarse y reconstruirse. Dice el presidente Biden que el acuerdo se ha diseñado para que este alto el fuego pactado sea "permanente". El próximo objetivo debe ser Gaza, ha dicho, y ha anunciado que en los próximos días hará un esfuerzo para impulsar un alto el fuego entre Hamás e Israel. Nos lo cuenta desde Washington, María Carou, corresponsal de Radio Nacional.