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Los ciclones tropicales no están dando tregua a México, con nuevas amenazas y un reguero de tragedia que ha causado hasta este miércoles 80 muertos, muchas comunidades aisladas y decenas de miles de personas que han tenido que ser evacuadas.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha confirmado, además, la desaparición de otras 58 personas, aunque "lamentablemente no se ha podido precisar si se encuentran sepultadas por el lodo".

"No esperábamos esta magnitud de tormentas", ha afirmado este miércoles en una rueda de prensa Luis Walton, alcalde de Acapulco, una ciudad en la que se han sentido especialmente los efectos de las fuertes lluvias registradas desde el pasado fin de semana.

Los ciclones tropicales "Manuel" e "Ingrid" crearon una tenaza mortal a partir del viernes, el primero desde el Pacífico y el segundo desde el Atlántico, en una confluencia de fenómenos meteorológicos graves que no se veía en medio siglo.

El huracán Bárbara está asolando las costas de Oaxaca y Chiapas en México. El Sistema Nacional de Protección Civil mexicano ha declarado "alerta roja" en el sureste del estado de Oaxaca, y en la zona central de Chiapas, ambos estados localizados al sur de México y bañados por el océano Pacífico. Barbara se desplaza a 17 kilómetros por hora acompañado de vientos de 120 de más kilómetros por hora.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha visitado este domingo la localidad de Moore (Oklahoma), arrasada el lunes por un tornado de unos cuatro kilómetros de diámetro que causó 24 muertos, y ha asegurado ayuda federal a los afectados "hasta el final de la reconstrucción". El presidente, que recorrió parte de las zonas afectadas y alentó a los vecinos que han sufrido grandes pérdidas, dijo en rueda de prensa que la ayuda del Gobierno para las víctimas estará disponible hasta que haya completado la reconstrucción.

Un gigantesco tornado ha dejado al menos 91 personas muertas, entre ellas varios niños, a su paso por la zona sur de Oklahoma City (Estado de Oklahoma, Estados Unidos), según han informado fuentes oficiales.

Al menos dos hospitales están tratando a más de 60 heridos, entre los que hay también varios niños. Se teme que la cifra de fallecidos pueda seguir aumentando con el paso de las horas, según la oficina forense de Oklahoma.

El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) ha señalado, en sus primeras estimaciones, que fue un tornado de categoría EF4, la segunda máxima, con vientos de hasta 320 kilómetros por hora.