Las autoridades iraníes han restringido este domingo el acceso a las redes sociales, tras las manifestaciones de protesta que se han llevado a cabo en diferentes ciudades del país, contra las políticas económicas del gobierno.
Durante las mismas, al menos dos personas han muerto y varias han resultado heridas por disparos de la policía.
Miles de personas han salido a la calle en varias ciudades de Irán para protestar contra la política económica del gobierno, el coste de la vida y la corrupción. Algunas de las protestas acabaron en enfrentamientos con la policía. Los manifestantes corearon consignas contrarias al presidente iraní, Hassan Rohani, y favorables a la independencia, la libertad y la república iraní. También han mostrado su rechazo al apoyo económico del gobierno a algunos países de la región mientras la población local pasa por dificultades.
Albukamal era el último gran feudo urbano que quedaba en manos de los yihadistas del estado islámico en Siria, en la frontera con Irak. Tropas sirias y aliadas lograron recuperar su control hace unos días y liberar a decenas de civiles. Ahora Siria y sus aliados Rusia e Irán empiezan a lanzar mensajes sobre el inminente final de las operaciones militares y afirman que el estado islámico apenas da sus últimos coletazos. Aunque este analista político advierte de que muchos yihadistas huyeron y pueden reagruparse en otras zonas, incluso en el area rural de Damasco. Es esta zona, en concreto Guta, una de las que más preocupa a Naciones Unidas. En su último informe señala bombardeos intensos a diario y decenas de víctimas civiles. Y a los mensajes triunfalistas la ONU alerta que en el séptimo año de guerra, el éxodo continúa y siete de cada 10 sirios necesitan asistencia humanitaria.
El líder supremo iraní, Ali Jamenei, ha exigido un reparto eficiente de la ayuda ante la llegada del invierno, que hace urgente proporcionar a los damnificados tiendas de campaña, mantas y agua potable.
Las autoridades iraníes han dado por terminadas las operaciones de búsqueda de posibles supervivientes del terremoto que el domingo golpeó la región de Kermanshah, fronteriza con Irak. Las esperanzas de encontrar a alguien con vida bajo los escombros son mínimas, sostienen los responsables.
Las autoridades iraníes han dado por terminadas las operaciones de búsqueda de posibles supervivientes del terremoto que el domingo golpeó la región de Kermanshah, fronteriza con Irak. Las esperanzas de encontrar a alguien con vida bajo los escombros son mínimas, sostienen los responsables.
El presidente iraní, Hassan Rohaní, ha visitado la zona, donde miles de supervivientes combaten el frío y la falta de víveres.
La cifra de muertos se eleva a 430, según la agencia oficial IRNA, y la de heridos a casi 7.500. Reuters eleva el número de víctimas mortales a 450. En el vecino Irak murieron al menos 7 personas y más de 500 resultaron heridas.
El terremoto alcanzó una magnitud de 7,3 en la escala Richter, y fue seguido de casi 200 réplicas.
El terremoto que este domingo sacudió la zona fronteriza entre Irán e Irak ha dejado a miles de iraníes sin cobijo, abocados a pasar una segunda noche al raso, mientras las autoridades se afanan por movilizar efectivos que permitan llevar tiendas, agua y comida para socorrer a la población de la provincia de Kermanshah, una zona montañosa que ha resultado la más afectada por el seísmo.
Al temblor le han seguido más de 30 réplicas que han obligado a miles de personas a pasar la noche a la intemperie. Numerosos edificios se han derrumbado y muchas carreteras permanecen bloqueadas.
Al menos 335 personas han muerto y miles han resultado heridas en Irán e Irak a causa de un terremoto de magnitud 7,3 que ocurrió en la noche del domingo en la frontera entre ambos países. El país con mayor número de víctimas, hasta el momento, es Irán, donde las autoridades sanitarias han informado de 328 fallecidos y más de 5.300 heridos. En Irak, por su parte, el temblor ha dejado siete muertos en el Kurdistán y más de 300 heridos.