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Los restos mortales del expresidente israelí Simón Peres, fallecido el miércoles a los 93 años, descansan ya en el cementerio del Monte Herzl de Jerusalén, donde han sido enterrados tras un funeral que ha contado con la presencia de decenas jefes de Estado y gobierno extranjeros. La guardia militar de honor escolta al último padre fundador de Israel desde el Parlamento hasta el monte Herzl por una ciudad blindada con 8.000 policías.

Entre el gran número de personalidades que han asistido al último adiós al expresidente y Nobel de la Paz israelí, está el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, que junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, han protagonizado una de las imágenes del día al darse la mano en un momento en el que hay gran tensión entre ambas partes, ha explicado el corresponsal de TVE, Óscar Mijallo. El líder palestino no pisaba Israel desde 2010.

También destaca la presencia del rey español Felipe VI -sentado junto a Netanyahu durante la ceremonia-; los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama; México, Enrique Peña Nieto; Alemania, Joachim Gauck: Francia, Francois Hollande, Italia, Mateo Renzi; y el gran duque Enrique, jefe de estado de Luxemburgo. Obama ha cerrado la ceremonia fúnebre con un discurso en el que ha exhortado a Israel a retomar el camino hacia la paz. También han intervenido el expresidente norteamericano Bill Clinton, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el jefe del Estado, Reuvén Rivlin, o el escritor israelí Amos Oz.

La ola de violencia que, en el plazo de un año, se ha cobrado la vida de más de 200 palestinos y 36 judíos israelíes no puede calificarse de "Intifada": carece de la dimensión y la organización que tuvieron los dos levantamientos que dieron en llamarse Intifadas (1987- 1993 y 2001-2005).

Es la primera conclusión en la que coinciden los expertos consultados por RTVE.es: Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH); y Pere Vilanova, investigador asociado del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).

Los analistas señalan también que esta oleada no tendrá repercusión en un conflicto enquistado en el que Israel impone sus condiciones con el silencio de la comunidad internacional.

Ha muerto una de las figuras clave en la historia de Israel y Oriente Próximo. Simon Peres, de 93 años, fallecía de madrugada, después del derrame cerebral sufrido hace unos días. El veterano exmandatario, premio Nobel de la Paz por el proceso de Oslo junto a Yaser Arafat e Isaac Rabin, y presidente de Israel entre 2007 y 2014, es uno de los políticos israelíes que mayor huella ha dejado en el desarrollo de su país, tras una prolongada carrera de 70 años en la cúspide de la política local e internacional.

Nacido en Polonia el 2 de agosto de 1923, llegó de niño con su familia a la Palestina bajo Mandato Británico y, con menos de veinte años, fue descubierto por el fundador de Israel, David Ben Gurión, a cuyo lado vivió la creación del Estado judío en 1948, dirigió el Servicio Naval y encabezó la misión del Ministerio de Defensa israelí en EEUU mientras estudió en Harvard y Nueva York. Artífice de la seguridad de Israel sin haber siquiera pasado por el Ejército, Peres ha ocupado todos y cada uno de los cargos posibles, desde los que estampó una indeleble contribución al desarrollo tecnológico, económico y militar del estado. Su contribución más reconocida internacionalmente fue como impulsor del acercamiento entre palestinos e israelíes que culminó en 1993 con el reconocimiento israelí de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el inicio de un proceso negociador que acercó más que nunca a ambas partes al sueño de la paz y que debía haber conducido a la creación de un estado palestino.

El veterano Simón Peres, premio Nobel de la Paz por el proceso de Oslo junto a Yaser Arafat e Isaac Rabin, y presidente de Israel entre 2007 y 2014, es uno de los políticos israelíes que mayor huella ha dejado en el desarrollo de su país, tras una prolongada carrera de 70 años en la cúspide de la política local e internacional. Artífice de la seguridad de Israel sin haber siquiera pasado por el Ejército, Peres ha ocupado todos y cada uno de los cargos posibles, desde los que estampó una indeleble contribución al desarrollo tecnológico, económico y militar del estado.

Nacido en Polonia el 2 de agosto de 1923, llegó de niño con su familia a la Palestina bajo Mandato Británico y, con menos de veinte años, fue descubierto por el fundador de Israel, David Ben Gurión, a cuyo lado vivió la creación del Estado judío en 1948, dirigió el Servicio Naval y encabezó la misión del Ministerio de Defensa israelí en EEUU mientras estudió en Harvard y Nueva York. Su contribución más reconocida internacionalmente fue como impulsor del acercamiento entre palestinos e israelíes que culminó en 1993 con el reconocimiento israelí de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el inicio de un proceso negociador que acercó más que nunca a ambas partes al sueño de la paz y que debía haber conducido a la creación de un estado palestino.

  • Fue Nobel de la Paz junto a Rabin y Arafat por el proceso de Oslo
  • Presidente de Israel entre 2007 y 2014, estuvo ligado 70 años a la política
  • Impulsor del acercamientro entre palestinos e israelíes, fue enormemente reconocido a nivel internacional
  • Luchó principalmente con Isaac Rabin por el liderazgo del Partido Laborista