La decisión de Messi es la consecuencia de los desencuentros con la directiva, que comenzaron en 2013 cuando Javier Faus criticó tener que renovar el contrato al mejor jugador del mundo con cierta frecuencia. Tampoco le gustó la salida de Neymar... y que no le pudieran recuperar unas temporadas después.
Lo peor ocurrió el último año cuando Abidal culpara a los jugadores de la salida de Ernesto Valverden, entre otros motivos, por "trabajar poco".