El primer ministro británico, Keir Starmer, convoca al "Comité Cobra", grupo de emergencia de su Gobierno, después de un fin de semana de violentas manifestaciones que se saldaron con más de 170 detenidos. El detonante de estos disturbios vinculados a la extrema derecha es un bulo que responsabilizaba del asesinato de tres niñas a un migrante islamista radical, cuando realmente fue un menor de 17 años, nacido en Gales.
"Condeno firmemente el vandalismo de la extrema derecha de este fin de semana", ha dicho Starmer, quien aseguró que caerá "todo el peso de la ley" sobre estas personas. Los manifestantes han quemado mezquitas y asaltad hoteles.