La distribución de la ayuda internacional en Haití prosigue lentamente para los miles de afectados del huracán Matthew, que aguardan por una atención más urgente de las autoridades. Un nuevo balance provisional dado a conocer hoy por la Protección Civil de Haití cifró en 546 el número de fallecidos en el país por el huracán Matthew, que dejó también 128 desaparecidos y 175.000 desplazados. Las autoridades admiten, sin embargo, que las cifras de víctimas pueden ser mayores debido a que siguen sin tener contacto con algunas localidades aún incomunicadas tras el huracán, cuyo ojo tocó tierra el pasado 4 de octubre en el oeste de Haití. Fuentes de organismos de socorro y autoridades locales aseguraban tres días después del paso de Matthew que las víctimas mortales sobrepasan las 800 personas, y la ONU advirtió el miércoles de que la cifra oficial continuará aumentando aunque no cree que llegue al millar.
El fenómeno Matthew afectó a 2,1 millones de personas, de las que 1,4 millones, entre ellas 592.581 niños, necesitan asistencia humanitaria, precisó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). De acuerdo con esta organización, 750.000 personas, incluidos 315.000 niños, necesitan con urgencia ayuda humanitaria para la próximos tres meses a causa del huracán, que provocó daños a unas 300 escuelas mientras que muchas otras se han convertido en albergues temporales. Una de las grandes preocupaciones del Gobierno y los organismos internacionales es un rebrote del cólera tras el ciclón, que ha provocado en Haití, según la ONU, la peor crisis humanitaria después del sismo de enero de 2010, que dejó unos 300.000 muertos.
Desde hace años, han sufrido una indiscriminada tala de árboles, que ahora les convierte en particularmente vulnerables a las catástrofes naturales. La deforestación alcanza al 90% de su superficie.
A los daños por el paso del huracán Matthew se suma la alerta por la aparición de varios casos de cólera. Mientras se evalúan los riesgos de una nueva epidemia como la de hace seis años, se hace imprescindible facilitar agua potable a la población.
Cientos de miles de familias haitianas esperan la llegada de ayuda básica, una semana después del paso del huracán Matthew. Los daños en carreteras e infraestructuras complican el reparto de agua o comida. Naciones Unidas calcula que hacen falta más de 100 de euros para cubrir las necesidades urgentes.
Las últimas cifras provisionales divulgadas por Protección Civil de Haití indican que Matthew causó 473 muertos y 75 desaparecidos, dejó 339 heridos y obligó el desplazamiento de 175.000 personas, alojadas en 224 refugios. 100.000 niños están sin escuela.
Tras la devastación causada por el huracán Matthew, Haití se enfrenta ahora a un rebrote de la epidemica de cólera, presente en el país desde 2010. Al menos 20 personas han muerto por esta enfermedad en la región sur y suroeste, según el Ministerio de Salud Pública.
La ONU ha hecho un llamamiento para recoger 120 millones de dólares (casi 109 millones de euros) para ayuda humanitaria, y países como EE.UU., Francia y España ya han enviado material.
Una semana después del paso del huracán Matthew, una amplia región de Haití continúa sumergida en la destrucción y demanda ayuda urgente para evitar el rebrote de enfermedades como el cólera, que mató a miles de personas tras el terremoto de 2010. Varios países como EE.UU, España o la vecina República Dominicana han enviado ayuda a Haití, pero la falta de infraestructura y de logística ha hecho que la misma se reparta a cuentagotas. Los afectados, que se cuentan por miles, se lamentan de la escasa o lenta ayuda. De acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cerca de 30.000 personas en Jeremie no tienen acceso a agua potable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que la provisión de agua potable entre las víctimas del huracán Matthew en Haití es la única manera de evitar una nueva epidemia de cólera en este país. Las zonas más dañadas por el huracán, situadas al sur del país, también son las más afectadas por las dificultades de aprovisionamiento y asistencia. El equipo de TVE dirigido por Almudena Ariza muestra imégenes del puente cuyo desplome tras el paso de Matthew interrumpió las comunicaciones terrestres en Haití obstaculizando el transporte de ayuda.
Al menos 100.000 niños se han quedado sin escuela en Haití como consecuencia del paso del huracán Matthew, que ha arrasado el sur del país, según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En Cite Soleil, las condiciones sanitarias están reducidas al mínimo y el riesgo de cólera se dispara. Desde allí describe la situación la enviada de TVE Almudena Ariza. Unas 300 escuelas han sido destruidas total o parcialmente, mientras otras son usadas como albergue. Unicef intenta establecer aulas temporales. "Deben volver a clase tan pronto como sea posible. El huracán Matthew se llevó sus escuelas, hogares y libros de texto, no debe llevarse sus esperanzas", ha afirmado Jean Metenier, representante adjunto de UNICEF en Haití. Estados Unidos, Francia y España son algunos de los países que ya han enviado ayuda humanitaria. La sección española de Unicef ha destinado 100.000 euros al país caribeño para paliar las necesidades más urgentes.
Las autoridades de Haití han confirmado hasta la fecha la muerte de 372 personas, si bien las organizaciones no gubernamentales elevan la cifra a casi el millar. Las mayores dificultades las sufren en el sur del país, pero las necesidades básicas como el agua potable llegan también a los barrios más pobres de la capital, Puerto Príncipe.
Javier Martos, director de Unicef España, cree que la comunidad internacional debe ayudar a "nuestros hermanos haitianos" tras el paso del huracán Matthew, que ha dejado oficialmente más de 300 muertos (un millar, según fuentes no oficiales) y a 100.000 niños sin escuela. Así lo ha explicado en una entrevista en Los desayunos de TVE.
Unicef ha hecho un llamamiento para reunir 5 millones de euros mientras la comunidad internacional cuantifica en 120 millones la ayuda inmediata para asistir al sur del país, la zona más afectada. No obstante, Martos ha pedido un "compromiso sólido" para que la ayuda sea "estructural".
La prioridad de las autoridades de Haití es llegar hasta las localidades más golpeadas y dar respuesta a los miles de afectados de la catástrofe, para evitar un eventual brote de cólera, como el que afectó al país tras el terremoto de 2010, lo que agravaría aún más la crisis humanitaria.
Haití tiene uno de los niveles de incidencia de cólera más altos del mundo y se estima que uno de cada tres afectados es niño. La amenaza de otras enfermedades que se transmiten a través del agua también es muy alta.
El último balance de fallecidos asciende a más de 1.000, según fuentes locales citadas por la agencia británica de noticias Reuters. Las autoridades haitianas solo han confirmado hasta la fecha la muerte de 336 personas.