Los líderes de la Unión Europea han dado luz verde este viernes a un acuerdo con Turquía que permitirá deportar a territorio turco a todos aquellos inmigrantes que lleguen a Grecia de forma irregular, incluidos los refugiados de Siria, a partir del próximo domingo, aunque no habrá expulsiones colectivas y se atenderá "individualmente" a todas las peticiones de asilo.
El acuerdo cerrado culmina semanas de negociaciones y se basa en los principios pactados en la cumbre celebrada entre la UE y Turquía el pasado 8 de marzo, aunque precisa algunos puntos para evitar los aspectos que habían suscitado mayor controversia y, en concreto, el cumplimiento de la legalidad internacional, que prohibe las expulsiones colectivas de inmigrantes.