Si David Cameron hubiese sabido lo estaba por venir, quizá nunca habría dado a elegir a los británicos entre permanecer en la Unión Europea o marcharse. Días después del referéndum que avaló el Brexit, el jefe de los diputados conservadores, Graham Brady, llamó al número 10 de Downing Street. A Cameron le traicionó el micro de corbata que llevaba puesto y le escuchamos canturrear aliviado después de dimitir y exclamar "¡Bien!".
Llevaba seis años al frente del gobierno y en los seis siguientes otros tres primeros ministros 'tories' han pasado por el número 10 de Downing Street. Todos, con la misma losa sobre sus espaldas: el Brexit. Primero ponerlo en marcha y, después, hacer de Reino Unido la potencia autosuficiente que habían vendido durante la campaña.
Liz Truss llegó a ser primera ministra después de que una reina, Isabel II, le encargara la formación de un nuevo gobierno. Ahora ha sido un rey, Carlos III, quien 44 días más tarde ha aceptado su renuncia. Su mandato ha sido el más corto de la historia del Reino Unido.
Llegó con la promesa de impulsar la economía bajando los impuestos y sin recortar el gasto público, pero a los mercados financieros no les salían las cuentas. La libra se desplomó, el FMI alertó de que aumentaría la desigualdad y el banco de Inglaterra tuvo que salir al rescate de la economía británica.
Dimisión de la primera ministra británica, Liz Truss, tras sólo 45 días en el cargo. Lo analizamos con nuestra corresponsal en Londres, Sara Alonso, y con Christopher Tulloch, Doctor en Periodismo y Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra. Consultas en torno a la formación de gobierno en Italia. Primera jornada del Consejo Europeo sobre la energía. La salud mental en Yemen. Chad, Ucrania o Perú, y mucho más.
La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha dimitido tras solo 44 días en el cargo. Después de duros días de crisis interna en un partido que parece haberle dado la espalda, y de anular prácticamente todo su proyecto financiero y político tras la agitación de los mercados financieros.
Ahora vuelve a abrirse la carrera por elegir un sucesor, la misma por la que Truss fue elegida hace un mes y medio. En ella, solo los tories pueden votar quien será su líder y a la vez primer ministro. A pesar de las disputas internas, los diputados tories deberán alcanzar un acuerdo para evitar perder el poder en unas elecciones generales, en las que los laboristas cuentan con ventaja en las encuestas.
Liz Truss llegó al cargo de primera ministra hace 44 días, cerrando la era de Isabel II, que murió poco después, y anunciando una bajada radical de impuestos valorada en más de 60.000 millones de euros, además de una serie de audaces medidas para contener la inflación. Nada de eso ha llegado a ponerse en práctica en ningún momento.
Liz Truss tuvo que dar marcha atrás y, desde entonces, no ha conseguido enderezar su credibilidad al frente del país. Pese a que el miércoles aseguraba que ella era una "luchadora" y "no una desertora", ha acabado presentando su dimisión.
Liz Truss ha anunciado su dimisión como líder del Partido Conservador, lo que implica su dimisión también como primera ministra, ante la revuelta en su propio partido, solo un mes después de llegar al cargo.
"Fui elegida por el Partido Conservador para realizar cambios", ha dicho Truss en su breve comparecencia ante el número 10 de Downing Street, residencia de los primeros ministros. "Reconozco estos problemas no puedo llevar a cabo mi mandato (...) Dimito como líder del partido". Truss ha anunciado que ahora "habrá una elección de liderazgo" en el partido, y en el plazo de una semana, para elegir a su sustituto al frente del Gobierno, y ella permanecerá en el cargo hasta que se elija.
Hoy tendrá lugar el segundo encuentro entre Sánchez y Feijóo en el Senado y le hemos preguntado en Las Mañanas de RNE a Javier Maroto, portavoz del PP en el Senado, sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Insiste en que se dará cuando se cumplan las condiciones que han marcado desde el Partido Popular y acusa al Gobierno de estar politizando el organismo al no permitir "que sean los jueces los que elijan a los jueces". Cree, sin embargo, que un modelo en el que "uno habla mucho y el otro solo cinco minutos" no permite que se produzca un gran debate, pero asegura que el líder popular no perderá el tiempo "en insultos", sino que realizará "un diagnóstico de la situación de España desde un punto de vista crítico".
Señala, en materia económica, que el modelo propuesto por el Ejecutivo le resulta "muy similar al de Liz Truss" en Reino Unido e indica que, frente a la propuesta de abaratar los costes energéticos en las comunidades de vecinos, la oposición estudiará al detalle las medidas y expondrán los motivos que les hagan estar de acuerdo o en desacuerdo.