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Alfredo Morales, presidente comité de empresa Pamplona, ha dicho que en España no se ha fabricado ningún coche trucado. Además, el trabajador de Volkswagen opina que el escándalo no va a afectar a los planes estratégicos para las plantas españolas (24/09/15).

El consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, ha dimitido tras el escándalo por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel en Estados Unidos. Winterkorn ha presentado su dimisión como primer ejecutivo del grupo automovilístico tras una reunión del consejo de supervisión para abordar la crisis. El consejo de supervisión de VW, un órgano típico de las empresas alemanas, aseguró que Winterkorn no sabía nada de estas manipulaciones.

El software instalado por Volkswagen en sus motores diésel detectaba cuándo el coche pasaba una revisión. Y solo en ese momento se activaba un modo menos contaminante. Con el software en modo prueba el coche contaminaba entre 10 y 40 veces menos que en carretera.  Aquí la administración se encarga de certificar que los coches cumplen con los niveles de contaminación permitidos cuando salen de fábrica. Sin embargo, en Estados Unidos son los propios fabricantes quienes hacen estas verificaciones. 

El escándalo de Volkswagen sigue siendo noticia. Tras reconocer la compañía un fraude con un software trucado para manipular las emisiones contaminantes de los vehículos diésel en Estados Unidos, las acciones del gigante automovilístico han recuperado algo del terreno perdido en bolsa desde que se destapó el engaño hace dos días. Su presidente responde esta mañana ante el consejo de supervisión de la empresa, mientras el presidente del comité de empresa europeo, en un comunicado, dice que los trabajadores del grupo están espantados por lo sucedido y muy preocupados (23/09/15).

Volkswagen utilizó un sensor que detectaba que el coche estaba siendo sometido a una revisión para reprogramar la electrónica del vehículo y cambiar el rendimiento del motor. El director adjunto de itvgo, Enrique García, explica que se modificaba el flujo de aire y de combustible, diésel en el caso de los coches afectados por el escándalo de la marca alemana, lo que reducía el número de partículas en suspensión. 

En las Inspecciones Técnicas de Vehículos se mide el número de partículas contaminantes con una sonda, denominada opacímetro, pero las ITV no tienen capacidad de desmontar elementos de un coche para poder detectar manipulaciones como las realizadas por el fabricante germano. García añade que en España entre un 10% y un 20% de los vehículos no pasan la ITV por emitir demasiados gases contaminantes.

El Fiscal General de Nueva York ha anunciado que abrirá una investigación sobre las acciones del grupo Volkswagen, que ha admitido trucar sus vehículos en EE.UU. para eludir las normas medioambientales. A la espera de una explicación por parte de Volkswagen está España que espera que, sea cual sea la causa de los problemas de la marca alemana con sus coches diésel, no reduzca la aportación prevista para las plantas instaladas en nuestro país.

Volkswagen ha confirmado que 11 millones de sus vehículos de todo el mundo tienen instalado el motor diésel en el que se han observado divergencias en EE.UU. entre las emisiones en un test de medición y las provocadas por su uso en carretera. Según denuncian las autoridades estadounidenses, esas divergencias se habrían disimulado en las pruebas de medición a través de un programa informático para cumplir con los límites de contaminación exigidos en ese país. Sin embargo, el fabricante alemán ha precisado que ese software "está también en otros vehículos del grupo con motores diésel" y que, "para la mayor parte de estos motores, el software no tiene ningún efecto". El consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, ha reconocido las irregularidades y se ha disculpado por el escándalo y ha prometido "una explicación transparente y rápida".

El escándalo de Volkswagen ha tomado una dimensión mundial. El fabricante alemán reconoce que habría hasta 11 millones de vehículos con el modelo de motor diésel cuestionado en todo el mundo. Varios países han anunciado ya la puesta en marcha de investigaciones. Los modelos que se fabrican y comercializan en Europa no llevan el 'software' que manipulaba la medición de las emisiones de gases contaminantes en Estados Unidos. En principio, dicen los fabricantes, sólo estarían afectados aquellos vehículos traídos directamente de allí, no los que se compran aquí. 

El presidente de Volkswagen en Estados Unidos ha reconocido el grave error que han cometido al trucar el software de los coches diésel que vendían en EE.UU. para falsear los datos de sus emisiones contaminantes cuando eran testados en los controles medioambientales. El caso adquiere dimensión mundial, porque se trata de la marca más vendida del mundo. La firma alemana reconoce que 11 millones de vehículos en todo el mundo han sido manipulados (22/09/15).

Este martes los mercados abren de nuevo con pérdidas que después se han acrecentado. Sigue pesando en el panorama bursátil la caída de Volkswagen en Frankfort tras saberse que la marca alemana falseó datos sobre polución de sus vehículos vendidos en EE.UU. y que Francia ha pedido una investigación a nivel europeo sobre lo sucedido.

El escándalo de Volkswagen está cobrando una dimensión mundial tras la apertura de una investigación en Estados Unidos por manipular los datos de emisiones. EL presidente de la compañía en EE.UU. reconoce que han cometido un error, Seúl ha convocado a los responsables del país, mientras que Francia pide una investigación europea y Alemania va a ordenar nuevos exámenes independientes (22/09/15).

El consejero delegado del grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, ha lamentado haber "roto la confianza" de sus clientes y del público tras ser acusada la empresa automovilística por las autoridades de Estados Unidos de falsear las emisiones de algunos vehículos, motivo por el que la compañía ha ordenado una investigación. La multa a la que podría enfrentarse Volkswagen en EE.UU. por este hecho asciende a 18.000 millones de dólares. Además, el mayor fabricante automovilístico del mundo, ha anunciado que dejará de vender automóviles con motor diesel TDI de cuatro cilindros en EE.UU., tanto nuevos como usados. El 23% de las ventas totales de la marca en agosto en Estados Unidos fueron de este modelo.