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Construyendo memoria

Jacinto Castillo

Es padre de una niña adoptada en Rusia que tardó en ser diagnosticada del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) porque entonces había que viajar a Barcelona para dar con el diagnóstico. Ya se ha avanzado bastante pero todavía falta mucho por hacer y por eso este padre fue uno de los fundadores de Visual TEAF.

Harriette Chick, su nombre resuena en cada vaso de agua limpia, en cada niño que hoy crece fuerte y sano. Desde muy joven mostró un interés peculiar por el agua, ese líquido aparentemente inofensivo que podía, según ella, ser tanto la fuente de la vida como su verdugo.

Harriet se hizo microbióloga y nutricionista, una de las pocas mujeres en su tiempo en alcanzar tales logros. Se entregó de lleno, y pronto sus investigaciones sobre el agua y los desinfectantes abrieron las puertas a la potabilización, un proceso que, aunque rudimentario en sus inicios, salvaría miles de vidas. El siglo XIX estaba repleto de insalubridad, de pestilencias que se consideraban inevitables. Pero Harriet, desde su modestísimo laboratorio, comenzó a demostrar que lo inevitable sólo era fruto de la ignorancia. El agua podía ser salvada, tratada, purificada. En sus manos, los desinfectantes adquirieron un nuevo significado: no eran simplemente productos químicos, sino herramientas de redención.

Sin embargo, su obra maestra fue desentrañar un misterio que durante años había dejado perplejos a médicos y científicos: el raquitismo. Las teorías dominantes hablaban de infecciones, de enfermedades misteriosas que afectaban a los niños con huesos débiles y cuerpos encorvados. Pero Harriet, con su paciencia

Un juzgado de Madrid ha dado la razón a una familia de Minglanilla, en Cuenca, por las negligencias médicas en el parto de su primera hija, Chloe, que hoy tiene 8 años, y tiene parálisis cerebral con una discapacidad del 100%. La aseguradora y la ginecóloga tendrán que compensarles con la segunda mayor indemnización por estos casos: cerca de 11 millones de euros. Si bien la sentencia no es firme.

A los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun se les ha otorgado el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2024 por el descubrimiento del microARN. Han conseguido averiguar que, en los organismos vivos, incluido en los humanos, hay una clase de molécula de ARN que son esenciales para nuestro desarrollo y funcionamiento. Ramon Eritja, investigador del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC), ha estado en 24 horas de RNE para explicar en qué consiste este descubrimiento.

El investigador ha explicado que "los micro ARN son unas moléculas que producimos y que su función es regular los genes que están codificados [...] El poder modular que estas proteínas se expresen en un tejido y no en otro es una de las funciones que tienen estos MicroARN". Eritja ha añadido que este descubrimiento hace ver "la complejidad de la regulación de las células" y ayuda a que el funcionamiento del cuerpo sea un funcionamiento de precisión, ya que las cantidades de estos reguladores tienen que ser unas determinadas, y cuando se desregula ayuda a ver que algo está pasando, como cánceres o enfermedades metabólicas.

Sus manos reconstruyen las heridas de otros en su jornada laboral, es Lola Tórtola, tiene 27 años y es cirujana. Sus manos también han escrito Los dioses destruidos, su primer libro, por el que ha recibido el Premio Nacional de Poesía Joven.

"Tanto la poesía como la cirugía reconstructiva se preocupan por la belleza, que parece algo frívolo, que la gente suele menospreciar, pero yo creo que es algo fundamental", indica Tórtola.

Un año de Medicina en Roma alumbró su poesía, que habla de antigüedad y mitos. Historias sobre los cimientos de la cultura europea, convertidos en ruinas. "Falta de referentes, de ideas fijas, de dioses, de creencias inamovibles. No aporto soluciones, pero quería hablar de esa pérdida", confiesa la autora.

Además, Tórtola confiesa cómo ha ido escribiendo este libro en todo tipo de lugares y momentos: "Lo que he ido escribiendo ha ocurrido entre los metros, trenes, entre las noches de guardia, las noches de fiesta", indica. Lola le ha puesto voz al discurso de una generación con un futuro incierto. Un futuro que quizá lo hubiera podido predecir el oráculo de Delfos.

Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la Asociación Española de Pediatría, ha estado en las mañanas de RNE con motivo del Día de la Pediatría, que este año se centra en la salud mental de niños y adolescentes. Actualmente, dos de cada cinco niños y adolescentes sufren ansiedad o depresión, teniendo en cuenta que hasta el 70% de los trastornos mentales en adultos nacen en la infancia y en la adolescencia. La invitada está convencida de que los pediatras pueden mejorar la situación de sus pacientes.

Armero lamenta que los entornos de los niños y de los adolescentes "muchas veces no son seguros". También, vincula la adicción a las tecnologías a estos trastornos: "Por desgracia, cada vez están más expuestos a los contenidos a nivel digital, que también son muy inadecuados o violentos", ha expresado la coordinadora. Desde el el Comité de Salud Mental de la Asociación Española de Pediatría reclaman que se forme a los profesionales de este campo en materia de salud mental

Los días en los que la contaminación del aire aumenta se recetan más antibióticos. Así lo relaciona por primera vez un estudio de investigadores del Idibell del Hospital de Bellvitge de Barcelona. Y es muy importante porque se trata de los mayores retos de la salud pública ya que la contaminación del aire y la resistencia a los antibióticos causan más de 10 millones de muertes anuales.

Para llegar a esta conclusión, han analizado los datos de 1,9 millones de personas y más de 8 millones de prescripciones de antibióticos en atención primaria de las 11 ciudades catalanas más pobladas, a lo largo de 8 años. Y paralelamente han recopilado datos diarios sobre los indicadores de contaminación del aire.

El principal motivo de prescripción de antibióticos en atención primaria son las infecciones respiratorias agudas, aunque en algunos casos, el diagnóstico es erróneo porque se trata de infecciones víricas o de otras afecciones que no los requieren en realidad. El uso excesivo de antibióticos puede provocar la aparición de bacterias resistentes que causan infecciones que no pueden tratarse. De la misma forma ocurre con su uso de forma incorrecta. Por lo que la mala calidad del aire fomenta la resistencia antibiótica.

Recordemos que la contaminación es un factor de riesgo para enfermedades como la demencia, ciertos cánceres y afecciones respiratorias por lo que los autores del estudio insisten en la necesidad de implantar políticas medioambientales más ambiciosas para mejorar la calidad del aire y reducir la carga de enfermedades respiratorias.