Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, participa en la recta final de la Cumbre del Clima de Glasgow y asegura que es optimista sobre los resultados del encuentro: “Los países tienen muchas ganas de aportar. La sensación es que debemos pisar el acelerador. Hay espacio para el acuerdo. Necesitamos cosas sencillas. Mensajes claros sobre combustibles, fósiles o bosques”. Comprende la desesperación que puede haber en colectivos sociales pero dice que aunque los procesos vayan lentos, es importante que existan: “Son procesos distintos e importantes”. Quita importancia a la posible presión de las grandes empresas y habla de un proceso de transformación importante, transversal, en el que incluye una conciencia ciudadana “que requiere un cambio social muy importante”. Ribera descarta en este momento un impuesto al diesel, habla de “gestión con prudencia” y defiende que la fiscalidad es una buena herramienta para estos procesos: “Permite disponer de recursos para acompañar a quienes más lo necesitan”. Sobre los precios de la energía, espera que las paradas de las centrales nucleares para recarga coincidan con un aumento de la energía eólica y no se vean afectados los precios. Dice que se ha estudiado aplazarlas, pero que no se ha recomendado por cuestiones de seguridad. Por último, lamenta la tensión entre Argelia y Marruecos pero descarta problemas directos para nuestro país: “Tenemos que prestar atención, acompañar desde el punto de vista bilateral (…) Nos gustaría que hubiera la mejor relación entre ellos”.
En plena Cumbre del Clima de Glasgow hemos querido abordar y desmentir los bulos que circulan y se repiten sobre el cambio climático con Myriam Redondo, responsable de VerificaRTVE. Nos ha ofrecido tres ejemplos de la desinformación que circula: contenidos que niegan que los seres humanos podamos hacer algo verdaderamente efectivo para reducir el cambio climático (un informe de la Agencia Internacional de la Energía revela que sí tenemos incidencia relevante en las emisiones); bulos para desacreditar a Greta Thunberg (no, la foto de la activista desayunando copiosamente frente a niños negros pobres no es cierta); y falsedades que expanden la incredulidad sobre el calentamiento global resaltando fenómenos de frío extremo como la tormenta Filomena (ambas cosas no son contradictorias sino que tienen de hecho una relación).
La Red de Acción por el Clima otorga durante la cumbre el premio Fosil del día a los que más hacen por hacer menos. Australia ya se ha llevado varios este año. Este país tiene como objetivo la descarbonización completa para 2050, pero es uno de lo principales exportadores de carbón. La llegada de centenares de aviones con dirigentes de todo el mundo, cuando el avión contamina hasta tres veces más que el tren, se ha visto como otra de las contradicciones de una cumbre que quiere luchar contra el cambio climático.
Cada año, desde hace 26, miles de negociadores de todo el mundo viajan a algún punto del planeta para tratar de llegar acuerdos que frenen el impacto de la crisis climática. En la ciudad elegida, las cumbres del clima o COP se convierten en un pequeño universo climático en el que conviven mandatarios internacionales, empresarios y ecologistas, muchos con intereses contrapuestos.
Por ello, y por la dificultad de llegar a acuerdos por unanimidad entre casi 200 países, es habitual escuchar las palabras "decepción" o "fracaso" al término de cada conferencia, pero incluso los más críticos reconocen lo crucial de que funcione este instrumento de gobernanza climática global, creado hace tres décadas, cuando todavía se discutía sobre el alcance del cambio climático.
Si quieres saber cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de estas reuniones, cuáles han sido más trascendentales, cómo funcionan y qué se espera de la última, la Conferencia de las Partes de Glasgow (COP26), no te pierdas estas Claves.
El embalse de As Conchas, en Bande, Ourense, hoy presenta este aspecto, pero cuando hace calor se tiñe de verde por el exceso de nutrientes. La explosión de cianobacterias de este verano obligó a prohibir el baño por el riesgo que suponen para la salud. Río arriba, los acuíferos de cuatro zonas de la comarca de A Limia están en riesgo de contaminación por nitratos. El agua de este pozo no se puede beber porque la cantidad quintuplica el límite máximo permitido.
La COP26, la cumbre climática más importante desde el Acuerdo de París, será la prueba de fuego del compromiso ecologista de los países. Aunque se ha dicho tantas veces que no suena creíble, esta cita será la última llamada para evitar los peores efectos del calentamiento global. El éxito lo determinará la ambición de países como EE.UU., que con Biden busca ejercer el liderazgo climático, China, India y el conjunto de la Unión Europea.