La venta de pisos se está frenando en los últimos meses en toda España. Desde este viernes, profesionales del sector intentan reactivar las compras en el Salón Inmobiliario de Madrid. Un escaparate para quien busca vivienda, con mucha presencia este año de público joven.
En España, ha bajado un 5% el precio medio de los pisos compartidos; unos 309 euros al mes por habitación. Lo más caro -de media- sigue siendo Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca y lo más asequible lo encontramos en Cáceres, Jaén y Badajoz.
El precio de la vivienda modera su crecimiento en el segundo trimestre del añó, un 1,5 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado. Ese dato del INE se une al de Tecnocasa que asegura que se han frenado las compraventas. Para el director del servicio de estudios de TINSA, Rafael Cid, lo que estamos viviendo responde a una situación estructural. Hay causas económicas relacionadas con la evolución de los salarios y la precariedad laboral. La ralentización del mercado inmobiliario no tiene que ver con la incertidumbre política.
Hasta cuatro entidades danesas ofrecen un préstamo hipotecario a diez años a un tipo de interés negativo, del -0,5%. Esto se debe a que Dinamarca lleva desde mediados de 2012 con un tipo de interés por debajo de cero, hoy en día es del -0,65%. Una situación que los expertos no ven extrapolable al mercado hipotecario español.
Según un informe del Banco de España, el precio del alquiler ha subido un 50% de media en los últimos 5 años, afectando sobre todo a jóvenes entre 30 y 44 años, cuyos salarios no les permiten acceder a la compra de una casa. El economista y ex presidente del Banco Hipotecario Julio Rodríguez ha explicado que, en su opinión, este aumento podrá mantenerse un tiempo, y por tanto es urgente fomentar la oferta, sobre todo del alquiler social, y políticas urbanísticas favorables a la construcción de viviendas destinadas al alquiler.
Varias entidades bancarias han lanzado las denominadas 'hipotecas verdes', créditos para la compra de inmuebles energéticamente eficientes o que van a ser usados para mejorar la calificación energética. Ahora mismo estas hipotecas suponen menos del 1% del total, pero los bancos han puesto la vista en 2021, cuando toda vivienda nueva deberá tener calificación energética A o B.