El nuevo ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, ha tomado posesión de su cargo y ha recibido la cartera de manos del ministro saliente Íñigo Méndez de Vigo, en un acto en el que ha defendido que la cultura "no puede ser de bandos" y ha prometido que intentará continuar "para bien" lo que está en marcha y crear "cosas nuevas con mucha ilusión".
"La cultura no puede ser de bandos, tiene que ser un orgullo de todos. Todos tenemos que estar orgullosos de los creadores y de los que consumen, de los que se esfuerzan en el deporte, que son superhéroes, y los que van a verlos", ha dicho.
Huerta ha aprovechado su primera intervención como ministro para hacer referencia a los tuits publicados en los que no mostraba su interés en el deporte. Ha admitido que no es una "persona deportista" y que no le gusta practicarlo, pero sí "apoyarlo". En este sentido, ha prometido "apoyar y amar al deporte y a todos los deportistas, ellos y ellas" porque, según ha señalado, "son héroes y heroínas".