Hoy termina el plazo para que el artista plástico y disidente chino Ai Wei Wei pague los dos 2 millones dee euros de multa que le impusieron las autoridades del país por un supuesto delito económico. Ai ha reunido la mitad del dinero, casi un millón de euros, que quiere entregar para recurrir la sanción, pero la Fiscalía lo ha rechazado. Afirma que el dinero debe provenir de una cuenta única. La mayoría de los fondos, en cambio, proviene de donaciones anónimas que en los últimos días han recaudado miles de ciudadanos chinos para solidarizarse con el artista. El letrado de Ai dice que todo esto es una treta de las autoridades para detenerle. Ai Wei Wei ya estuvo detenido en abril y pasó tres meses en la cárcel, donde asegura que sufrió torturas psicologicas. No obstante, el artista no muestra inquietud y continúa haciendo públicas sus críticas en un tono divertido y sarcástico, como en un vídeo colgado recientemente en internet.
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