Cinco empleados del Deutsche Bank han sido detenidos después de que 500 agentes de policía registraran las oficinas de la central del primer banco alemán por sospecha de blanqueo de dinero, encubrimiento y evasión fiscal. Se trata de operaciones con certificados de derechos de emisión de CO2 que el Deutsche Bank liquidaba a través de una división propia, por los que no declaraba el impuesto sobre el volumen de facturación. La Fiscalía General de Fráncfort cifra los daños en 850 millones de euros.
La Justicia alemana, además, otros 25 trabajadores están siendo investigados. Uno de ellos es el copresidente de Deutsche Bank, Jürgen Fitschen, y otro Stefan Krause, también miembro del comité ejecutivo. Ambos firmaron la declaración del impuesto sobre el volumen de ventas de 2009 del banco, añade el texto. Fitschen es copresidente de Deutsche Bank desde junio junto con Anshu Jain, en sustitución del suizo Josef Ackermann.
En un comunicado, el Deutsche Bank ha reconocido que "en relación con el proceso de investigación contra algunas personas que está en marcha desde la primavera de 2010 por la sospecha de evasión del impuesto sobre el volumen de ventas en la negociación de certificados de emisión de CO2, se produjeron hoy registros de la Fiscalía de Fráncfort en locales de Deutsche Bank".