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La justicia francesa condena al exconsejero de Sarkozy a indemnizarle con 10.000 euros, y otros 10.000 a su esposa, por grabar sus conversaciones. La sentencia, que obliga a retirar las grabaciones de Internet, considera que el condenado ha vulnerado la privacidad de la pareja.

Escándalo en Francia por la difusión de conversaciones privadas del expresidente Nicolás Sarkozy con su equipo y con su esposa. Las grabó uno de sus asesores personales. El matrimonio Sarkozy-Bruni ya ha anunciado que acudirá a los tribunales.

El escándalo surgido por la publicación de grabaciones con conversaciones del expresidente francés Nicolas Sarkozy ha desencadenado reacciones políticas muy críticas tanto de la izquierda como de la derecha, que llegan a peticiones incluso de una investigación parlamentaria y de secuestro judicial de las pruebas. El periódico satírico Le canard enchaîné y la web Atlántico publicaron este miércoles extractos de conversaciones de Sarkozy, su esposa Carla Bruni y algunos de sus colaboradores, grabadas por un consejero de comunicación del expresidente, Patrick Buisson.

LUIS MIGUEL ÚBEDA (Corresponal de RNE en París).- La televisión pública francesa difunde en la noche del miércoles una entrevista de 2011 con la periodista de Le Figaro, en la que el entonces líder libio Muamar el Gadafi asegura que financió la campaña electoral de Nicolás Sarkozy.

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La justicia francesa ha imputado al expresidente francés, Nicolas Sarkozy por abusar presuntamente de la debilidad de la anciana heredera del imperio L'Oreal, Lilliane Bettencourt, para obtener financiación para su campaña electoral en 2007. Unas acusaciones que Sarkozy ha calificado de escandalosas.

El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy ha sido imputado este jueves por abuso de debilidad en el caso de la multimillonaria Liliane Bettencourt, dentro de la investigación abierta sobre la supuesta financiación ilegal de la campaña que le llevó al Elíseo en 2007.

El exjefe de Estado, que hasta ahora gozaba del estatus de "testigo asistido", ha comparecido ante el Palacio de Justicia de Burdeos durante varias horas, en las que ha mantenido un careo con el mayordomo de Liliane Bettencourt, Pascal Bonnefoy.

Los jueces querían determinar cuántas veces visitó su domicilio durante la campaña, con el objetivo de determinar si abusó de la debilidad de la octogenaria heredera del imperio cosmético L'Oréal para conseguir fondos