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Cae la noche y en esta iglesia abren las puertas a los votantes republicanos. Primero se registran. Los vecinos de Iowa están orgullosos de ser los primeros en votar de que por un día todos presten atención a este pequeño estado rural. Son las 7 de la tarde. El pastor saluda. “Amén”, dicen todos. Juran lealtad a la bandera y aprovechan para pedir donaciones para el partido. Ya está la Iglesia llena. El caucus puede empezar. Van cogiendo el micrófono un vecino por cada candidato. Tom defiende a Ron DeSantis, el más anti aborto. Scott aboga por Nikki Haley, la única mujer. Andrew defiende a Donald Trump. Todos intentan convencer a sus vecinos de que su candidato es el mejor. Y pasan el cesto, sólo que esta vez la colecta es de votos. Cada persona ha escrito a mano el nombre de su elegido.

Son las 8 de la tarde, ya sabemos que ha ganado Donald Trump.

En su campaña están emocionados. Dicen que los juicios que tiene pendientes no lo detendrán, que sólo son una persecución política.

El pastor prefería a DeSantis. Muchos puntos en común con Trump, pero más joven.

Los vecinos de Iowa han cumplido con su misión. Ahora las primarias seguirán en el resto del país.

FOTO: Jim WATSON / AFP

En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump ha ganado los caucus de Iowa con un 51,1% de los votos. “Está liderando todas las encuestas, pero el proceso acaba de empezar”, asegura Carlota García Encina, investigadora principal de EE.UU. y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano. También señala que para ganar unas elecciones se necesita una coalición mucho más diversa y que “Trump no ha sido capaz de ampliarla en estos años”. 

Los caucus de Iowa son el inicio del proceso para determinar quién será el candidato del Partido Republicano para las elecciones de noviembre. “Ganar en Iowa no es decisivo, pero la atención mediática que hay en este estado es importante”, afirma García. Sobre Nikki Haley, que ha quedado tercera en las votaciones, considera que “puede dar la sorpresa, pero tiene que ser capaz de conseguir más apoyo”.  

Este 2024 va a ser el año electoral más importante de la historia. Se celebran eleccciones en medio planeta: desde Estados Unidos hasta Sudáfrica, pasando por Venezuela, Rusia o India. En total son 76 países los que están llamados a las urnas, lo que supone casi el 51% de la población mundial. Todo ello en un entorno geopolítico inestable y cambiante, con dos guerras y muchos conflictos en marcha, como los que en estos momentos se desarrollan en Ucrania y la Franja de Gaza.

En Estados Unidos, arranca la carrera por la candidatura republicana a la Casa Blanca con el caucus de Iowa. Se celebra hoy, en medio de un temporal de nieve que ha puesto en jaque los actos electorales, y con un claro favorito para ganar: el expresidente Donald Trump.

La tormenta de nieve que ha sepultado Iowa por poco congela también la campaña electoral. Temperaturas gélidas, vuelos cancelados y caminos inaccesibles, tanto que el favorito en las encuestas, Donald Trump decía que no sabía cómo ni cuándo iba a llegar. Al final llegó, el último día, para el mitin final. Prometió deportaciones masivas, proyectó un vídeo que dice: “Dios nos dio a Trump” y pidió a sus seguidores que desafíen el frío para salir a votar por él.

Ellos dicen que todo era mejor cuando Trump era presidente. Los cuatro juicios penales que Trump tiene pendientes y los 91 cargos en su contra sólo son un invento, creen aquí.

Trump tiene cuatro rivales en las primarias, otros cuatro republicanos que también quieren luchar por la Casa Blanca. Ninguno logra acercarse a él en las encuestas.

Donald Trump les saca tanta ventaja a los demás candidatos. La pregunta aquí en Iowa es quién quedará de segundo. La medalla de plata es la más disputada, quien la consiga confía en que le dará impulso en el resto del país.

FOTO: AP Photo/Abbie Parr