La primera dama de Estados Unidos protagonizó el martes la Convención Nacional Republicana con un discurso con un tono diferente al de su marido, Donald Trump. Melania Trump recordó a las víctimas del coronavirus, denunció un pasado de injusticias raciales y pidió unidad en el país. También intervino el secretario de Estado, Mike Pompeo, y Trump desde la Casa Blanca durante el cónclave que le coronará como candidato a la reelección.
Donald Trump fue confirmado el lunes como el candidato republicano a la Casa Blanca, un paso sin sorpresas en una convención diseñada a la medida del presidente para impulsar su campaña. La primera noche del cónclave ha dado voz a ciudadanos que alertan del peligro si Trump no es reelegido, como un exiliado de Cuba que relaciona a los demócratas con el comunismo, o una candidata al Congreso que asegura que el partido ha arruinado su ciudad, Baltimore.
En EE.UU. continúa la convención del partido republicano con Donald Trump ya ratificado como candidato oficial a la reeleción en las elecciones de noviembre. En una comparecencia no prevista en Charlotte ha vuelto a acusar, sin pruebas, a los demócratas, de fraude electoral en el voto por correo y de robar elecciones aprovechándose de la pandemia del coronavirus.
Tras esa primera comparecencia, de una hora, volvía a dirigirse a la convención con mensajes ultranacionalistas y ególatras, asegurando que es el mejor presidente de la historia, y acusando a los demócratas de querer destruir el sueño americano. Siempre rodeado de una cohorte de representantes republicanos que coreaban: "cuatro años más".
El Partido Republicano ha confirmado a Donald Trump como candidato a la reelección en los comicios de Estados Unidos. El mandatario concurrirá de la mano del vicepresidente Mike Pence. El partido arranca así la Convención Republicana con un objetivo en mente: reforzar la campaña de Trump en un momento marcado por la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, que ha desplomado sus posibilidades en las encuestas.
El Partido Republicano ha confirmado este lunes a Donald Trump como candidato a la reelección en los comicios de noviembre. Desde allí, Trump ha reivindicado su gestión de la economía mientras volvía a agitar el fantasma del fraude electoral ante el aumento del voto por correo por la pandemia del coronavirus.
Este lunes arranca la convención republicana que proclamará a Donald Trump como candidato republicano a un segundo mandato en las elecciones de noviembre. El presidente ha cambiado varias veces de plan: primero se llevó la Convención a Florida para poder celebrar actos multitudinarios. Ahora habrá público limitado y discursos a distacia. El presidente llega a la cita marcado por varios reveses: la detención de su exasesor Steve Bannon, las críticas de su hermana o el avance en los sondeos de su rival demócrata, Joe Biden.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene las insinuaciones de posible fraude electoral y el papel del voto por correo en las elecciones de noviembre. El candidato republicano ha contraatacado y se ha desplazado a Wisconsin, el lugar donde debían haber estado celebrando los demócratas su convención para elegir a Biden.
La Convención Demócrata que proclamará esta semana a Joe Biden como candidato a la Casa Blanca arranca este lunes en Estados Unidos en plena batalla por el voto por correo. Será la convención más virtual de la historia, sin actos multitudinarios para contener la propagación del coronavirus en el país más afectado del mundo. Y en este contexto, el voto por correo ha adquirido especial importancia para evitar ir a las urnas. Donald Trump considera que fomentaría el fraude electoral y ha abierto una batalla con los demócratas, que quieren aprobar una legislación de urgencia para ampliar la financiación del Servicio Postal.
Joe Biden y Kamala Harrispresentaron un frente común contra Donald Trump en su primer acto de campaña juntos. Los candidatos demócratas a presidente y vicepresidenta de Estados Unidos acusaron a Trump de gestionar la pandemia del coronavirus peor que otros países, mientras Trump se defendía desde la Casa Blanca.