El asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 es un suceso difícil de olvidar dentro de la historia reciente en EE. UU. Un discurso incendiario de Donald Trump sobre un supuesto fraude electoral tras enfrentarse a Biden en las urnas sirvió como mecha de una manifestación que terminó de la peor forma posible.
Cientos de simpatizantes del ya expresidente irrumpieron de forma violenta en el Capitolio. Portando armas de todo tipo, interrumpieron la sesión del Congreso y sembraron el caos a su paso.
Un año después, la herida sigue abierta. La división entre republicanos y demócratas es palpable y centenares de procesos tratan de ajusticiar a los culpables materiales e intelectuales de lo sucedido, estrechando cada vez más el cerco sobre Trump.
El debate de las armas en Estados Unidos ha salpicado la Navidad por la foto del congresista republicano Thomas Massie, que aparece con su familia en un posado navideño donde todos cargan armas. Algunas voces tildan la imagen de indignante y vergonozosa, pero otro sector más conservador aplaude la fotografía.
Cuando Joe Biden aterrizó en Washington, a su vuelta de Europa, ya sabía que era una de las peores noches de su presidencia. A esa hora el candidato demócrata, Terry McAuliffe, había perdido Virginia. Se votaba en varios puntos del país, pero los dos partidos estaban atentos a este estado y se tomaron Virginia como una prueba de fuego. El candidato republicano a gobernador, Glenn Youngkin, un empresario recién llegado a la política, encontró la fórmula mágica: hablar de los colegios, de la libertad de los padres y hacer campaña sin Trump, pero sin molestarlo. El expresidente lo apoyaba a distancia y él consiguió atraer a trumpistas y a conservadores moderados. Muchas mujeres que hace un año votaron a Biden esta vez le han dado la espalda a los demócratas.
Miles de personas, sobre todo mujeres, se han manifestado en más de 600 puntos de Estados Unidos contra la ofensiva del Partido Republicano para restringir al máximo el derecho al aborto, como ha ocurrido en el estado de Texas. La marcha más emblemática, la de Washington, ha desembocado en la sede el Tribunal Supremo, que tendrá la última palabra sobre esa ofensiva legal republicana.
La Cámara de Representantes ha aprobado por 254 a favor y 175 en contra el proyecto de ley para evitar el cierre de la Administración, que se quedaría sin fondos. Se trata de una prórroga hasta el próximo mes de diciembre. Se impide así que se produzca el cierre administrativo que hubiese dejado sin trabajo a miles de funcionarios en EE.UU. Informa el corresponsal en Washington, Fran Sevilla.