Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Los hispanos son casi un 15% de los ciudadanos con opción a voto en los Estados Unidos, constituyendo la minoría más amplia del país y pueden ser clave en Estados bisagra como Arizona, Nevada o Pennsylvania. Según las últimas encuestas del Pew Research Center, un 57% planean votar por Kamala Harris y un 39% por Donald Trump. Los candidatos son conscientes de la importancia de este sector poblacional y tienen sus propias estrategias de captación.

Donald Trump les corteja con su propia versión musical y explota el discurso del agravio, el de que los inmigrantes irregulares se quedan con el trabajo y con las ayudas que deberían ser para los que llevan aquí más años. Por la contra, el equipo de Kamala Harris emplea anuncios en español en los que prometen soluciones para los ciudadanos que llevan décadas en el país, que trabajan, que pagan sus impuestos, pero que viven y mueren en la ilegalidad.

Mientras que hay Estados que son puramente demócratas, como California, o que se inclinan hacia el Partido Republicano, como Texas, hay lugares que pueden cambiar el curso de las elecciones estadounidenses: son los llamados Estados bisagra o púrpura, por no ser ni rojos ni azules, y es donde más tiempo pasan los candidatos. De esta forma, Pensilvania adquiere un protagonismo especial cuando se trata del periodo electoral de Estados Unidos, pues es el más poblado de los púrpura y el que más votos electorales reparte, concretamente 19.

En 2016 fue Donald Trump quien se llevó el Estado y en 2020, Joe Biden. María Carou, corresponsal de RNE en Estados Unidos, visita Pensilvania para entender qué preocupa a sus ciudadanos y cómo lo que voten puede determinar el futuro de los próximos cuatro años de este país.

En Estado Unidos, el candidato republicano, Donald Trump, ha vuelto a Butler, Pensilvania, al lugar donde sufrió el primer intento de asesinato contra él en verano. Allí ha dado un mitin arropado por el empresario Elon Musk.

Trump ha pedido un minuto de silencio a las 18:11, el minuto exacto en el que empezó el tiroteo el pasado 13 de julio.

Miles de sus seguidores han asistido a Butler, un lugar que ya forma parte de la historia política estadounidense. El multimillonario Elon Musk ha participado por primera vez en un acto de campaña del republicano, que le ha prometido formar parte de su gobierno si vuelve a la casa blanca 

Mientras, Kamala Harris ha visitado Carolina del Norte, las zonas más castigadas por el devastador huracán Helene, donde ha prometido más de 100 millones de dólares para empezar a reparar los daños.

Foto: AP Photo/Evan Vucci

Tres semanas después del tenso debate que enfrentó a Kamala Harris y Donald Trump, los candidatos a vicepresidente de Estados Unidos se han enfrentado este martes en su primer y único cara a cara televisado. El gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, y el senador republicano por Ohio, JD Vance, han discutido durante 90 minutos sobre temas como el aborto, la crisis migratoria y la sanidad.

Foto: REUTERS/Mike Segar

El senador de Ohio, J. D. Vance, es el compañero de Trump en su tercer 'ticket' presidencial. Un candidato joven, del Medio Oeste más rural y empobrecido, que antes de convertirse en político ha tenido mil vidas: marine, abogado, inversor y escritor de éxito. Una decisión que se hizo esperar, pero que esconde un motivo estratégico: asegurar el voto republicano en los estados del 'rust belt' - cinturón del óxido -, los de la clase trabajadora abandonada por la globalización y las élites. 

Pero hubo un tiempo en el que Vance fue crítico con Trump. Aireaba su enemistad en público y en privado, hasta que la idea de presentarse a senador republicano por Ohio le hizo cambiar de opinión. Como trumpista convertido, defiende con fervor las ideas del magnate y ahora forman un tándem con el que esperan ganar la partida de la Casa Blanca a Kamala Harris y los demócratas.