Actualmente, alrededor de 600 venezolanos entran diariamente a territorio brasileño, cruzando la frontera y llegando a la ciudad de Pacaraima.
Roraima ha establecido 13 refugios oficiales que operan en su máxima capacidad. Estos albergan a unas 6.000 personas y la mitad de ellos son menores, ya que la mayoría de los venezolanos que vinieron a Brasil lo hicieron con sus familias. Pero un número mucho mayor de personas vive fuera de los refugios, en edificios precarios o abandonados, o simplemente en las calles. En Boa Vista, la capital de Roraima, alrededor de 23.000 venezolanos viven actualmente en edificios muy dañados y más de 3.000 se quedan en la calle.
Las dificultades que enfrentan los migrantes y solicitantes de asilo que no están alojados en refugios tienen un impacto directo en su salud.