Gracias a los beneficios astronómicos que le aportó el gas, Shell ha conseguido los resultados más brillantes de sus 115 años de historia. En 2022 ha visto cómo sus beneficios aumentaron un 110% con respecto al año anterior. "Nuestros resultados en 2022 fueron sólidos dentro de un ambiente externo volátil", ha dicho su consejero, Wael Sawan, que ha presentado las cuentas.
Pero muchos no ven con buenos ojos el éxito de la empresa porque creen que se produce "a costa de las personas y del planeta", como denuncia Dorothy Guerrero, de la organización Global Justice Now. Para ella, estos resultados "no solo son obscenos, sino que también son descarados".
Muchas organizaciones ecologistas y a favor de los derechos humanos han recordado el negro historial de Shell en el Delta del Níger. Allí dos comunidades acaban de denunciar a la empresa en el Tribunal Superior de Londres por dañar gravemente el ecosistema.
En esa área, que tiene un gran valor medioambiental, las fugas de crudo han contaminado ríos, arroyos, pozos, manglares y tierras de cultivo durante años. Las comunidades también subrayan que la salud de los habitantes también se ha visto afectada y que ha aumentado la tasa de mortalidad en la zona.
Shell ha sido acusada en numerosas ocasiones de contaminar el delta del río Níger y en 2011 reconoció un vertido de 40.000 barriles de crudo. En el año 2021 fue condenada por el Tribunal de apelaciones de La Haya condenó a Shell Nigeria y le obligó a indemnizar a dos agricultores.