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En los últimos días se han multiplicado los ataques a estatuas consideradas símbolos racistas, que han sido decapitadas, derribadas, pintadas o retiradas por las autoridades. También en Francia se cuestionan algunas de ellas, como la del general Charles De Gaulle o la de Jean-Baptiste Colbert frente a la Asamblea Nacional. El presidente, Emmanuel Macron, se niega a retirarlas: "No borraremos nuestra historia ni desmontaremos nuestras estatuas", ha asegurado, frente a quien dice que lo más recomendable podría ser explicar la historia.

La Constitución alemana, como otras del mundo y como la Declaración Universal de Derechos Humanos, establece que nadie podrá ser discriminado por su raza. Ahora, a raíz de la oleada de protestas antirracistas tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos, Los Verdes han pedido que la palabra "raza" se elimine de su carta magna. La razón, el debate entre los antropólogos y genetistas a la hora de señalar que no existen razas humanas.

Francia, como otros países con un pasado colonial, se ha visto salpicado por las protestas que toman como diana las estatuas de personajes ilustres con un pasado racista. Varias estatuas han sido blanco de las manifestaciones contra el racismo de los cuerpos de seguridad, avivadas por la muerte George Floyd hace unas semanas en Minneapolis.

Al hilo de esas críticas, el presidente Emmanuel Macron ha declarado desde el Palacio del Elíseo, en París, que “no se borrará ningún nombre de la historia francesa. Francia no quitará sus estatuas”. Macron ha anunciado medidas para dentro de unas semanas para reforzar la lucha contra el racismo.

La muerte en Atlanta (EE.UU.) del joven negro Rayshard Brooks, ocurrida el pasado viernes por la noche tras ser disparado por un agente de policía blanco, fue un homicidio. Según el informe de la autopsia del médico forense del condado de Fulton, Brooks, de 27 años, falleció por daños en los órganos y pérdida de sangre al recibir dos disparos por la espalda.

Las imágenes de las cámaras de seguridad del aparcamiento de un local de comida rápida donde sucedió todo, así como las cámaras que llevan incorporadas los agentes de policía en su uniforme, permiten ver cómo fueron sus últimos minutos de vida, la conversación que mantuvo con los agentes desde su coche y lo que ocurrió al intentar ser detenido. Brooks falleció en ese aparcamiento tras resistirse a ser esposado, forcejear con los dos agentes blancos, quitarles una pistola de descarga eléctrica e intentar huir.

Su muerte ha reavivado las protestas que denuncian la violencia racista estructural de la policía hacia las minorías raciales en EE.UU. surgidas a raíz de la muerte de George Floyd en Minneapolis.

Las diferencias de estrategia entre las estrellas de la NBA en su compromiso de lucha a favor de la justicia social y contra el racismo, en Estados Unidos, continúan con un debate entre aquelos que defienden la vuelta a la competición y los que no quieren que vuelva para no restar protagonismo a la oleada de protestas que ha surgido en todo el país tras la muerte de George Floyd a manos de un policía. La posición de los primeros la lidera LeBron James y la de últimos, que implicaría una ruptura con la patronal y un descuelgue del convenio colectivo, Kyrie Irving.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Manresa investiga desde febrero del año pasado a seis agentes de los Mossos por un presunto delito de lesiones y contra la integridad moral por una actuación de enero de 2019 que SOS Racismo denuncia como un caso de violencia policial durante una detención.

El arrestado, que entonces tenía 21 años, ha subido a Internet un audio, sin imagen, que él mismo habría grabado durante el arresto. Se escucha cómo le dicen “eres un mono” o “negro de mierda”, entre otras cosas.

Según SOS Racismo el problema es la falta de mecanismos de control y el corporativismo policial. Los hechos son del año pasado, están judicializados, los seis Mossos fueron citados en octubre y se acogieron al derecho de no declarar. La causa sigue abierta a la espera de más diligencias.

La autopsia oficial ha confirmado que Rayshard Brooks, el joven negro cuya muerte este fin de semana en Atlanta (Georgia) ha intensificado la ola de indignación por la brutalidad policial en Estados Unidos, murió en un homicidio tras recibir "dos disparos en la espalda" de un agente blanco.

Brooks arrebató al agente una pistola eléctrica de las que se utilizan para paralizar a los detenidos y huía corriendo tras un forcejeo. El hecho de que estuviera huyendo y no llevara un arma mortal es lo que ha llevado al abogado de la familia a pedir que el policía sea acusado de asesinato, algo que el fiscal general de Georgia parace dispuesto a asurmir tras haber sido despedido el agente.

Informa Fran Sevilla, corresponsal de RNE en Washington

Las protestas por la muerte de George Floyd han derivado en una ola de ira contra cualquier símbolo de racismo, opresión o colonialismo. Según algunos historiadores, se ha puesto en marcha una auténtica revisión de aspectos oscuros de nuestro pasado, que aun no sabemos a dónde conducirá.

Se intensifican las protestas raciales en Estados Unidos tras la muerte de otro hombre negro a manos de la policía estadounidense el pasado viernes en Atlanta. Reishard Brooks, como se llamaba el fallecido, fue grabado por las cámaras que los policías llevan integradas en sus uniformes y por testigos que lo vieron. La difusión de estas imágenes en Estados Unidos están permitiendo un escrutinio casi en tiempo real de muertes a manos de la Policía. A las 10:40 de la noche del viernes los agentes reciben un aviso de que Brooks se ha quedado dormido dentro de su coche en la cola de un local de comida para llevar y el resto de clientes tienen que rodearle. La Policía acude al lugar y durante más de media hora hablan con él, después el joven accede al control de alcoholemia. Da positivo y cuando van a esposarle se resiste. Brooks le roba la pistola eléctrica a uno de los agentes y escapa. El policía va tras él, le lanza una descarga y coloca su mano sobre su arma de fuego. Brooks le apunta con el arma de corriente eléctrica y el agente desenfunda su arma y le dispara tres veces. Tras ser trasladado al hospital muere a los 27 años. La alcaldesa ha señalado que la acción de los agentes fue desmesurada porque "una pistola eléctrica no es un arma mortífera". Y en un momento en el que las protestas por George Floyd habían pasado a ser pacíficas, anoche se produjeron de nuevo casi 40 detenidos en Atlanta tras un caso que ha redoblado la furia contra el racismo.

La Policía de Atlanta, Estados Unidos, confirmó este domingo que ha despedido a un agente blanco que mató a tiros el viernes a un joven negro Rayshard Brooks, y que ha detenido a al menos 36 personas tras una noche de intensas protestas que incluyeron el incendio de un restaurante. Un portavoz e la policía, comunicó a primera hora que el agente que disparó a Brooks, identificado como Garrett Rolfe, ha sido despedido, mientras su compañero Devin Bronsan, que participó en el forcejeo con la víctima, se encuentra de baja administrativa.

La muerte de otro joven afroamericano, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco ha causado una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) y ha provocado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields. Brooks, de 27 años, falleció tras ser tiroteado la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy's en Atlanta, después de resistirse a ser detenido y pelearse con dos agentes blancos, ha informado este sábado en un comunicado el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).

En Francia se han registrado incidentes en las manifestaciones antirracistas que se han registrado en solidaridad con el movimiento en Estados Unidos en protesta por la muerte de personas negras y contra el racismo. La población joven de origen inmigrante denuncia con frecuencia la discriminación y abusos policiales, la concentración más numerosa se vivió en París, unas 15.000 personas en la Plaza de la República, convocadas por el comité Adama Traoré, el nombre del joven negro de origen maliense que murió bajo custodia policial en 2016 y cuya familia traza un paralelismo con el caso Floyd.

En Atlanta, esta noche ha muerto otro hombre afroamericano a manos de la policía durante las protestas antirracistas en la ciudad. En el informativo 14 Horas Fin de Semanainformativo 14 Horas Fin de Semana hablamos con el escritor y experto en Economía y Relaciones Internacionales, Jorge Díaz-Cardiel, sobre los conflictos raciales en el país. Señala Díaz-Cardiel que el odio está formando parte del devenir norteamericano y de las noticias todos los días. Las redes sociales lo han "convertido en una realidad que puede verse en todo el mundo". Afirma que el debate sobre el odio no es nuevo, viene de las heridas que aún quedan abiertas desde su Guerra Civil y que se alimenta de la polarización política del país. La sociedad americana es muy diversa desde el punto de vista racial. Sobre si esto puede repercutir en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, el experto indica que lo que vemos son las manifestaciones de muchas personas pero que aún quedan muchos meses para determinar qué podrá pasar en esos comicios.