Todos los colegios electorales ya han cerrado en Rusia, donde este miércoles han votado la reforma constitucional promovida por Vladímir Putin y que le permitiría estar en el Kremlin hasta 2036. Los rusos también han votado otras 200 reformas entre las que se encuentran la prohibición constitucional del matrimonio homosexual. De momento, el 75,7 % de los rusos ha votado a favor de las enmiendas.
Comienza el cierre de los primeros colegios electorales en Rusia y todo apunta que la reforma de Putin ganará por mayoría aplastante. Del 20 % del total escrutado hasta ahora, el 70 % ha votado a favor de la reforma que ha promovido el presidente ruso y que le permitiría estar en el poder hasta 2036. Además, según los datos recogidos hasta el momento, el referéndum, en el que también se votan otras enmiendas, ha tenido una participación cercana al 65 % de la población.
Los rusos votan una nueva Constitución que abrirá la puerta a que Vladímir Putin siga como presidente hasta 2036. La consulta tuvo que aplazarse por el coronavirus, que deja, cada día, en ese país, 6.500 contagios.
Rusia es el tercer país del mundo con más casos de coronavirus, y hoy 100 millones de sus ciudadanos están llamados a votar en el plebiscito para modificar la Constitución.
La reforma permitiría a Putin seguir como presidente hasta el año 2036. Las encuestas pronostican una aplastante victoria del sí. Se ha incentivado la votación ampliándola a siete días, y realizando sorteos entre los participantes.
Opositores y observadores denuncian presiones. Consideran que la reforma es ilegal y que pueden ser las elecciones más fraudulentas en la historia de Rusia.
Desde 2013, una ley prohíbe cualquier manifestación que tenga que ver con la homosexualidad en Rusia. A pesar de ello, la embajada de EE.UU. en Moscú ha lanzado un mensaje de apoyo al colectivo. Algo que no ha sentado nada bien en el Kremlin cuando se vota una amplia reforma legislativa que permitirá continuar en el poder a Putin y que cierra la puerta al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Durante todo el mes de junio, la remota región de Siberia, al noreste de Rusia, se ha visto sacudida por altas temperaturas poco ha habituales en esas latitudes. Después de una primavera cálida, el pasado 20 de junio los termómetros de la ciudad de Verkhoyansk llegaron hasta los 38 grados centígrados. Una temperatura que ahora intenta verificarse y que supondría un récord histórico en la zona.
Las altas temperaturas ha hecho que los habitantes de esas zonas adelanten sus baños en los ríos y lagos de esta región del Círculo Polar Ártico. Muchos se han lanzado a bañarse en busca de alivio para unas temperaturas a las que no están acostumbrados. De hecho, esta región oriental de la Federación Rusa es conocida por registrar algunas de las temperaturas más frías del invierno en el hemisferio norte.
El aumento de las temperaturas tiene dos consecuencias directas que preocupan a los científicos y organizaciones medioambientales. Por un lado, el calor seco ha avivado la voracidad de los incendios forestales en la zona, con 50 focos activos y que están arrasando un
territorio de más de 600 mil hectáreas. Y por otro lado, el deshielo del permafrost: que son los suelos permanentemente congelados y que acumulan gases de efecto invernadero. Su desaparición favorece la emisión de metano, contribuyendo así al calentamiento global.
Siberia ha llegado a alcanzar 38 grados. Se trata de la temperatura récord que alcanzó hace pocos días una pequeña localidad rusa en pleno Ártico. Una ola de calor arrastra desde hace meses la amenaza de deshielo e incendios forestales. Los expertos alertan de que el Ártico se está calentando más rápido que cualquier otra parte del planeta.
Rusia ha celebrado este miércoles el 'Día de La Victoria', aplazado por la pandemia desde el 9 de mayo. A pesar de que los casos de coronavirus siguen creciendo especialmente en Moscú, el presidente Putin ha presidido este desfile a solo una semana del referéndum que podría perpetuarlo en el Kremlin. El estruendo de los tanques ha vuelto a retumbar en la plaza Roja de Moscú. Pero la pandemia ha robado el lustro de otras veces. Justo cuando Putin quería celebrar por todo lo alto un aniversario redondo. El pueblo soviético asumió la mayor carga en la lucha contra Hitler.
Rusia es uno de los países más afectados por la pandemia. Registra una media de 7.000 nuevos casos diario, pero Putin ha seguido adelante con el tradicional desfile militar que conmemora la victoria sobre los nazis. Y lo ha hecho sin medidas de distanciamiento, ni mascarillas.
Dicen los críticos que todavía no era seguro celebrar este desfile y que su verdadero propósito era animar el patriorismo de cara a la votación con la que puede perpetuarse en el Kremlin.
Informa Érika Écija
Como en España, en otros países se van abriendo ya espacios culturales. En Rusia, se puede ir a algunos museos y también la Biblioteca Nacional donde se guardan ejemplares únicos. Ejemplares que ellos también, deben hacer cuarentena por el coronavirus
Rusia ya es el tercer país del mundo por número de contagios con más de medio millón de positivos, mientras que el número de muertes no llega a los 7 mil. Por estos datos, la Organización Mundial de la Salud ha pedido a Moscú que modifique el recuento de fallecidos por la pandemia porque son difíciles de entender. Por su parte, el Gobierno ruso señala que está siguiendo las pautas de la organización y lo atribuye a la realización de test masivos. Informa Ángel García.
400 personas trabajan en la extracción y limpieza de diésel en la zona donde se produjo el accidente en la Central Termoeléctrica de la ciudad siberiana de Norilsk. Las organizaciones ecologistas temen que los 20.000 litros de combustible incontrolado pueda alcanzar el Océano Ártico a través del Lago Pyásino. Putin ha declardo el Estado de Emergencia debido a este siniestro considerado uno de los impactos ambientales más importantes de las últimas décadas en esta región polar.
El satélite europeo Sentinel-2 del programa Copérnico ha capturado imágenes que muestran el alcance del vertido de hidrocarburos que tuvo lugar el pasado 29 de mayo en una central termoeléctrica de Norilsk, en el círculo polar ártico. La Agencia Espacial Europea ha publicado una animación donde se puede apreciar el recorrido del vertido, que amenaza con alcanzar un lago en el que nace un río que desemboca en el Ártico.
En Moscú se empieza a levantar el confinamiento, a pesar de que el número de contagios de coronavirus supera los mil diarios en la capital rusa. Tras dos meses de parón, este martes vuelven a funcionar las oficinas de empleo y otros servicios. La oposición dice que el Gobierno está acelarando la desescalada por el referéndum que en tres semanas podría servir para perpetuar a Vladimir Putin en el poder.
Rusia ha declarado el estado de emergencia federal en la ciudad de Norilsk, en el Círculo Polar Ártico, tras el vertido de 20.000 toneladas de diésel al río Ambarnaya tras la rotura de un depósito de una central termoeléctrica. El retraso en su conocimiento contribuyó a que el vertido avanzara kilómetros por el río, provocando uno de los peores desastres medioambientales en Rusia de los últimos años.
Rusia es el país de Europa con más casos de coronavirus, más de 430.000. Para tratar de controlar la transmisión, el gobierno obliga a los que han dado positivo a descargarse una aplicación de móvil que ya ha recibido varias denuncias. La aplicación puede pedir en cualquier momento una fotografía para demostrar que se está cumpliendo la cuarentena. Muchos ciudadanos como Irina denuncian que se les está multando arbitrariamente y que invaden su privacidad. [Coronavirus: última hora en directo
l presidente ruso, Vladímir Putin, ha convocado este lunes para el próximo 1 de julio el referéndum constitucional que le permitiría presentarse a la reelección en 2024, cuando habrá expirado su cuarto mandato presidencial y continuar en el poder hasta el año 2036. El jefe del Kremin, que se vio obligado a cancelar la consulta prevista para el 22 de abril debido a la pandemia del coronavirus COVID-19, ha calificado de "impecable" la fecha, tanto desde el punto de vista jurídico como sanitario, lo que fue corroborado por las autoridades sanitarias durante una teleconferencia emitida en directo por la televisión en la que ha dado su opinión la jefa sanitaria rusa, Anna Popova.
