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Tras una semana de ataques masivos a las infraestructuras ucranianas, Kiev cifra en más de seis millones los hogares que no tienen luz. Ucrania acusa a Rusia de usar el frío como arma de guerra. El Gobierno ucraniano ha informado de un tercer intercambio de prisioneros con Rusia, nueve soldados y tres civiles.

Foto: Familiares de prisioneros de guerra se manifiestan en Odesa por su liberación (EFE/EPA/STR)

El frío es cada vez más intenso en Ucrania y Rusia ha cambiado de táctica. Ahora ataca los hogares dejándolos sin energía y a merced de las bajas temperaturas. Seis millones de casas están afectadas por los cortes de electricidad, según el presidente, Volodímir Zelenski, que ha visitado Kiev, donde ha afeado al alcalde su gestión de los centros de emergencia por los apagones. En la capital, el 60% de la población no tiene luz.

Foto: Viviendas dañadas en la localidad ucraniana de Vyshgorod (AP Photo/Efrem Lukatsky)

Las autoridades ucranianas están recopilando testimonios sobre posibles crímenes cometidos por los rusos antes de abandonar la ciudad de Jersón. Entre esos crímenes estarían las torturas a ciudadanos de la zona, tal y como le ha contado la fiscalía a un equipo de TVE.

El fiscal asegura que el lugar era una cárcel y que en sus sótanos estaban las salas de tortura para civiles, donde "les pegaban con porras de madera y caucho". Asegura que pasaron por ahí más de 50 reclusos.

Foto: TVE

El Gobierno de Ucrania denunció este viernes que los soldados rusos, en su retirada de la sureña ciudad de Jersón, han dejado explosivos escondidos en el interior de juguetes, lo que incrementa el peligro para la población civil. Rostyslav Smirnov, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, realizó esta afirmación durante la emisión del denominado "teletón nacional", un programa benéfico que emiten simultáneamente todos los canales de televisión ucranianos, según informa la agencia local Ukrinform.

Una denuncia que llega cuando se cumplen nueve meses de la invasión rusa y tras una noche que ha dejado los peores bombardeos en la ciudad. Algunos proyectiles han caído en edificios residenciales. Hay al menos, según los testigos, cinco muertos.

Los soldados rusos abandonaron parte de la región de Jersón y su capital homónima hace apenas dos semanas y se retiraron a la orilla derecha del rio Dniéper, que parte en dos la ciudad. Jersón, en el sur de Ucrania, es una de la cuatro regiones ucranianas que Rusia se ha anexionado de forma unilateral, junto a la vecina Zaporiyia, así como Lungans y Donetsk, en el este del país. A pesar de la declaración de anexión, el Ejército ruso nunca ha llegado a controlar del todo ninguna de estas regiones y ha tenido que retirarse de gran parte de Jersón tras al avance de las tropas ucranianas.

El historiador ruso nacionalizado estadounidense, Yuri Felshtinsky, considera que laguerra de Ucrania es la primera batalla de la Tercera Guerra Mundial porque forma parte de un plan más ambicioso de Putin para reconstruir el imperio ruso. Analizamos con el historiador quién está ganando la guerra, quién puede ganarla, cuánto puede durar y qué escenario puede dejar en el mundo.

Atacar las infraestructuras de Ucrania está siendo la estrategia de Moscú en las últimas semanas de guerra. Este jueves se cumplen nueve meses de la invasión rusa y, con el invierno a las puertas, los ucranianos tienen que improvisar soluciones de emergencia. Por ejemplo, un gran generador eléctrico portátil que funciona con diésel y que produce electricidad que sale a través de este enchufe.

La electricidad que produce el sale por un cable que atraviesa la acera y llega hasta la casa. Los electricistas han hecho un arreglo casero para que tenga luz toda la comunidad.

Foto: Oleksandr GIMANOV / AFP

El día después de la liberación de la ciudad de Jersón, el 12 de noviembre, le tomaron una fotografía a Glib, un niño uraniano de 13 años. La expresión de su rostro recorrió la ciudad y el mundo para convertirse en el símbolo de una infancia devastada por la guerra.

Ese día festivo, su madre lo dejó salir de casa después de nueve meses de miedo. En la foto, vemos a su alrededor la multitud que se apresura a celebrar la retirada de las tropas rusas, pero él no sonríe y su rostro permanece serio.

Hoy, Glib se muestra feliz. Pero las detonaciones sobre su ciudad le recuerdan que la guerra está lejos de terminar. Todavía no puede ir a la escuela y su futuro sigue siendo sombrío por el momento.

En el hospital infantil de Odesa se están gastando el dinero para medicinas en combustible. "Nos queda gas para siete días", explica el director. Aquí hay luz gracias a un generador. En visita a Dnipro, el director para Europa de la OMS ha comprobado los efectos de los ataques a la red eléctrica. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha denunciado ante la ONU que Rusia está usando la energía como arma de guerra. El 70% de la ciudad de Kiev está sin luz, ha informado el alcalde. Los últimos ataques han obligado a desconectar las tres centrales nucleares bajo control ucraniano. Nunca había ocurrido hasta ahora.