Los hispanos cumplen en casa, en Pontevedra, y se han impuesto por 32-28 al conjunto balcánico y afrontarán la vuelta de la eliminatoria en Serbia con cuatro goles de diferencia.
Un encuentro que se caracterizó por la igualdad máxima durante la primera mitad a la que se llegó 15-14 en favor de España, pero los de Jordi Ribera encontraron la fórmula para distanciarse en el marcador durante el segundo periodo.