En la zona de los Balcanes en las últimas horas ha continuado el tránsito de miles de personas. Serbia, Croacia y Eslovenia están pendientes de recibir ayuda de la Unión Europea. Mañana 10 jefes de Estado se reunirán para debatir y aprobar las medidas urgentes que la Comisión Europea propone.
Croacia ha abierto el paso de Bapska, por donde han cruzado cientos de personas, después de que miles de refugiados quedaran atrapados en Serbia ante el cierre de las fronteras de la UE.
Las disputas sobre el flujo de refugiados en la frontera común de Croacia y Serbia, desataron una guerra dialéctica entre ambos países, pero ayer, a instancias de la Comisión Europea, Croacia abrió dos de los puntos fronterizos.
Según el gobierno croata, en las últimas 24 horas el volumen de llegadas de refugiados ha bajado respecto a los días anteriores. Aun así, Croacia sigue diciendo que está sobrepasada por la situación y acusa a los países por donde han pasado antes los migrantes, sobre todo Grecia, de no cumplir con sus obligaciones.
Croacia y Serbia ya han desbloqueado dos de sus pasos fronterizos, tras las disputas por la llegada masiva de refugiados a la región.
Los vehículos y mercancías pueden volver a pasar desde Serbia hasta Croacia después de que el gobierno de Zagreb desbloqueara este viernes los pasos fronterizos de Bajakovo y Tovarnik, en los que los dos países se habían puesto mutuamente restricciones al tráfico de debido a desacuerdos sobre la llegada masiva de refugiados a la región. También Serbia ha anunciado el desbloqueo de su frontera.
El flujo de migrantes no cesa en países como Hungría o Croacia, lo que está provocando tensiones entre los países de la zona.
La localidad croata de Tovarnik, junto a la frontera con Serbia, se ha convertido en el nuevo cuello de botella de la ruta de los refugiados a Europa. Los refugiados temen quedarse atrapados en la frontera, y aumenta su desconcierto ante la falta de información, asistencia y servicios básicos.
Croacia seguirá trasladando a los refugiados que lleguen a su territorio hasta la frontera de Hungría. El primer ministro croata quiere forzar al gobierno de Budapest a aceptar a los refugiados que han cambiado de ruta tras el cierre de su frontera con Serbia. Desde el martes unos 20.000 han entrado en Croacia. La gestión de esta crisis ha elevado la tensión entre los dos gobiernos.
Cerca de 6.000 migrantes y refugiados han llegado a lo largo de la mañana de este jueves en autobuses a la frontera entre Serbia y Croacia. Es la nueva ruta de acceso a Alemania. Más larga y difícil que la que atraviesa Hungría, pero la actitud de la policía es muy distinta.
Hungría ha enviado vehículos con efectivos militares a la frontera con Serbia donde este miércoles tienen lugar violentos choques entre policía antidisturbios y grupos de refugiados que intentan pasar la línea entre ambos países, informa la agencia AFP.
En los enfrentamientos la Policía húngara ha utilizado este miércoles gas lacrimógeno contra un grupo de migrantes que trató de cruzar la valla dispuesta en la frontera con Serbia, ante la que esperan miles de personas que quieren entrar en Hungría para seguir luego hacia otros países de Europa.
La Policía húngara ha detenido este martes a decenas de personas en el primer día después de completar la valla que cierra la frontera con Serbia y adoptar leyes más restrictivas para el paso de migrantes, en su mayoría refugiados.
En la localidad de Roszke, en la frontera de Hungría con Serbia, la policía trata de retener a los refugiados que no renuncian a viajar a Alemania. Esta mañana, un grupo de inmigrantes ha roto el control policial y se han dirigido a la autopista que conduce a Budapest.
