Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Continúa el caos en Haití siete días después del terremoto. La ayuda internacional no termina de llegar a la población. Las fuerzas de Estados Unidos han logrado hacer llegar a la capital de Haití, Puerto Príncipe, 45 toneladas de suministros, pero ahora afrontan el reto de distribuirlas por el país, algo complicado por la inseguridad y la falta de infraestructuras en el país. El ex presidente de EE.UU., Bill Clinton, quien ayer voló a Haití para hacer una entrega de suministros y conocer de primera mano cómo progresa la ayuda humanitaria, fue el primero en poner la voz de alerta ante la incapacidad para repartir convenientemente los cargamentos.

El terremoto de hace 6 días puso a miles de presos en las calles, y a centenares de miles de personas más allá del borde de la desesperación. Por eso cada vez son más frecuentes los saqueos, no siempre de comida, y los brotes de violencia ante los que la escasa policía haitiana hace lo que puede. Los contingentes de Naciones Unidas han decidido no anunciar dónde repartirán comida para evitar tumultos. Ban Ki-Moon, recién llegado de Haití, ha pedido que se incremente el número de uniformados destinados en Haití, en total, 1.500 policías y 2.000 soldados más.

Numerosos voluntarios de todo el mundo permanecen en Haití dispuestos a no abandonar el país hasta que la situación sea más estable para las víctimas. Por otra parte, varios ciudadanos de Puerto Príncipe no han perdido la ocasión de hacer negocio en un momento tan sensible.

La funcionaria española de la Unión Europea, dada por muerta el sábado, no ha sido localizada todavía pero por un análisis de las huellas dactilares del cadáver encontrado se sabe que la identificación fue erronea.El Ministro de Exteriores se ha disculpado con la familia que pide que se amplíe la busqueda.

Monte Lázaro es una de las zonas más afectadas por el terremoto. Un equipo de TVE se ha desplazado hasta allí. No han llegado los equipos de rescate. Nicolas nos cuenta su experiencia y nos dice que allí están sepultados sus tres hermanos. Este lunes han encontrado a una mujer que podría ser su hermana.

Tenían que elegir entre la vida de una niña atrapada en los escombros o entre la suya propia. Un grupo de bomberos españoles vive la rabia y la frustración al no haber podido rescatar a una niña atrapada entre los escombros tras el terremoto de Haiti. (18/01/10).

Que Haití necesita ayuda es más que evidente pero cabría preguntarse si una avalancha de ayuda, como la que recibieron las víctimas del Tsunami o del huracán Mitch, es algo positivo. El objetivo de las distintas ONGs que operan en el país latinoamericano es que la ayuda llegue a las manos de quien la necesita, pero no siempre es fácil. De hecho, tras las citadas catástrofes, algunas organizaciones tuvieron que pedir a los donantes que no mandaran más dinero porque las ayudas superaban su capacidad operativa.

Haití se mete en un trágico círculo vicioso en el sexto día después del terremoto: Como no llega la ayuda, crece la tensión y el riesgo de violencia. Mientras, por el temor a la violencia se ralentiza aún más la llegada de ayuda.

Cientos de personas corren hacia un helicóptero militar en un intento desesperado por recibir algo de comida seis días despúes del terremoto. El reparto de la ayuda humanitaria se ha convertido en uno de los mayores problemas para los equipos internacionales que trabajan sobre el terreno.

Un grupo de antidisturbios de los cascos azules se ha visto obligado a dispersar a cientos de jóvenes se agolpaban a las puertas del aeropuerto de Puerto Príncipe esperando conseguir algo de ayuda e incluso algún trabajo. "No somos peligrosos, sólo queremos trabajo para ayudar a nuestra gente", dice uno de los haitianos apostados junto al aeródromo.

El Gobierno de Haití ha declarado el Estado de Emergencia mientras la violencia es una protagonista más de la vida en Puerto Príncipe. Saqueos y duros enfrentamientos por la ayuda que va llegando se suceden por las calles de la capital. En tanto, la ONU ha decidido retirar la escolta a los equipos humanitarios.

Un soldado brasileño tomó estas imágenes pocos minutos después de que se produjera el terremoto en Puerto Príncipe. En el vídeo se aprecia perfectamente el estado de la catedral de la capital de Haití tras el seísmo y se percibe el caos y el desconcierto de varios ciudadanos.