Los alumnos a partir de tercero de la ESO, que se cursa con 14 años, o en cursos superiores, podrán dejar de asistir a clase para protestar sin necesidad de una autorización de sus padres.
El Tribunal Supremo ha dado la razón en una sentencia a la confederación de padres y madres y alumnos valenciana "Gonzalo Anaya". Esta organización interpuso un recurso en 2012 contra un decreto educativo de la Generalitat Valenciana en 2008 y que exigía esa autorización paterna.