El número de fallecidos por los terremotos en Turquía y Siria se actualiza prácticamente cada minuto. La OMS asegura que la cifra de muertos por los seísmos podría multiplicarse por ocho en los próximos días. Los equipos de rescate trabajan contrareloj en la ciudad turca de Diyarbakir, que se encuentra en el perímetro exterior de la zona más afectada por los seísmos. El enviado especial de TVE Alberto Freile cuenta en Hablando Claro cómo decenas de bomberos y policías trabajan con grúas y generadores eléctricos para buscar víctimas en un edificio que colapsó durante el segundo temblor mientras se buscaban víctimas del primero.
Benigno Barredo es delineador y vive en Estambul, cuenta que los efectos de los terremotos de este lunes sacudieron Siria y Turquía también se han hecho notar en la capital turca: “La gente está obviamente preocupada, se nota en la calle. Hoy en el metro había muy poquita gente cuando normalmente va siempre lleno". Barredo ha señalado en Hablando Claro que todas las generaciones a partir de 30 años sufrieron algo parecido con el terremoto de 1999 y que entienden muy bien lo que está sucediendo en las zonas afectadas, igualmente, ha explicado que todas las asociaciones están volcadas en buscar ayuda intentando ayudar de la mejor manera posible.
La angustia y la esperanza pesan por igual en el ánimo de los supervivientes y de los rescatistas que buscan a las víctimas de los dos devastadores terremotos que este pasado lunes sacudieron el sureste de Turquía y el norte de Siria. La cifra de muertos supera los 5.000.
Aunque en las primeras 24 horas la probabilidad de encontrar a gente con vida bajo los escombros aún es alta, las bajas temperaturas, la nieve y la lluvia, así como el terreno montañoso de algunas zonas, dificultan las labores de rescate y la atención a quienes se han quedado en la calle, sin nada. Las carreteras que comunican las ciudades también han resultado dañadas.
Foto: Una mujer reacciona en Hatay (Turquía) mientras los rescatistas buscan a supervivientes entre las ruinas de un edificio. EFE/EPA/ERDEM SAHIN
La lluvia y el frío dificultan las tareas de rescate, cuando han transcurrido 24 horas de los dos fuertes terremotos de magnitud 7,8, que han causado más de 5.000 muertos y más de 24.000 heridos en el sureste de Turquía y el norte de Siria. A pesar de las dificultades, miles de personas han podido ser rescatadas de entre los escombros de los edificios que se desmoronaron a consecuencia de los dos fuertes temblores. Sin embargo, se teme que el número de muertos y heridos siga aumentando.
Foto: Equipos de rescate buscan supervivientes del terremoto en los edificios derruidos de Alepo, al norte de Siria. LOUAI BESHARA / AFP.
La ayuda internacional empieza a llegar a Turquía y Siria. Se calcula que 5.600 edificios están destruidos en Turquía y por ello, Rubén Cano, jefe de la delegación de Cruz Roja Internacional en Turquía, ha asegurado en Las Mañanas de RNE que lo más urgente ahora mismo, además de rescatistas, es “la necesidad de un alojamiento para todos los supervivientes” y para que así, “puedan protegerse del frío y de las réplicas.” Entre los bomberos que ayudarán a las labores de rescate, se encuentra Luis Felipe Sandez, de Bomberos Unidos Sin Fronteras desplegados en Turquía, que ha explicado que las primeras 48 horas son vitales y que en ese periodo “hay un 90% de posibilidades de encontrar personas con vida bajo los escombros”. Además, ha recalcado que “no se debería usar maquinaria pesada” porque estos trabajos son muy delicados y que “todo el trabajo se debe hacer manual y con herramientas manuales.”
Las tareas de rescate de supervivientes han seguido durante la noche, pese a las temperaturas bajo cero, para tratar de localizar a personas atrapadas bajo los escombros de los cientos edificios que se han derrumbado en los dos fuertes temblores, de magnitud 7,8. Miles de personas han participado en estas tareas de rescate contrarreloj en las primeras 24 horas tras el terremoto, forman parte de unidades de búsqueda llegadas de todo el mundo que trabajan con el tiempo en su contra.
Foto: La gente se reúne entre los escombros mientras continúa la búsqueda de sobrevivientes tras el terremoto, en Alepo, Siria. REUTERS/Firas Makdesi
Turquía ha emitido una alarma internacional pidiendo ayuda tras los terremotos y la respuesta ha sido rápida. Numerosos países se han movilizado. Desde Emiratos Árabes o el Líbano, hasta Estados Unidos, Rusia, Ucrania o Israel. La Unión Europea también se ha comprometido a enviar equipos de rescate. Desde España, ya han salido los primeros voluntarios.
Ya son más de 3.000 las muertes contabilizadas en los terremotos que han sacudido Siria y Turquía este lunes. La zona donde se ha registrado el terremoto no solo es complicada geológicamente, también desde el punto de vista geopolítico pasa por un momento complejo. Es el peor terremoto registrado en la zona en lo que va de siglo, desde el de 1999, que dejó más de 17.000 muertos y es una de las zonas más convulsas de Oriente Próximo y del planeta: la frontera con Siria y el Kurdistán. Elconflicto kurdo y la guerra en Siria hacen de esta zona un auténtico polvorín, con muchos refugiados que viven en situación precaria.
Las labores de búsqueda continúan con la esperanza de rescatar a más supervivientes y con el temor de que se produzcan réplicas. A continuación repasamos algunas historias que ponen nombre propio a la tragedia.
Arancha Izquierdo, sismóloga del Instituto Geográfico Nacional, explica en el TD2 cuáles son las causas de este terremoto y explica que "construir para soportar un terremoto de 7,8 no es sencillo" y eso ha influido en las consecuencias devastadoras del terremoto en Turquía.
Recuerda que actualmente, por desgracia, "no hay ninguna forma de saber cuando va a haber un terremoto".
La tragedia ha sacudido Turquía y Siria con dos fuertes terremotos de magnitud 7.8 y 7.5, respectivamente. María Belén Benito Oterino, catedrática de Geofísica, doctora en Ciencias Físicas y experta en riesgos sísmicos, explica que se trata de una zona de gran actividad: "Hay una confluencia de placas tectónicas, fundamentalmente la placa arábiga y la placa de Anatolia". Aunque es pronto para determinar lo que ha ocurrido con exactitud, las hipótesis apuntan a que "el primer terremoto ha disparado el segundo", afirma Benito. Se acercarían a la categoría de megaterremotos, en la que se incluye a los de magnitud de 7.8 a 8. Con todo, Benito advierte que el nivel de destrucción depende de diversos factores: "Ha sido un terremoto bastante superficial y justo con el epicentro cerca de nucleos de población bastante vulnerable". Un mismo terremoto, en el desierto o en una zona con construcciones mejor preparadas, podría haber tenido efectos muy distintos, conluye.
Las cifras de fallecidos, heridos y desaparecidos aumentan por momentos. El presidente Recep Tayyip Erdogan ya ha calificado este terremoto como el más grave desde 1939. Según el líder turco, 45 países ya se han ofrecido para enviar ayuda y también han mostrado su solidaridad la Unión Europea y la OTAN. La zona más castigada ha sido el sureste turco, aunque también hay cientos de muertos en el noroeste de Siria. El seísmo se ha producido en la madrugada de lunes, y miles de edificios se han venido abajo en ciudades densamente pobladas. Las labores de rescate continúan y se teme que el número de víctimas pueda aumentar cuando los equipos encuentren más cuerpos bajo los escombros y lleguen a zonas de difícil acceso. Otros países vecinos, como Irak, Chipre, Líbano o Israel también han sentido los temblores. Al terremoto han seguido hasta 40 réplicas, algunas de magnitud superior a 6, y un segundo temblor, con epicentro en la misma región, de 7,5.
Miles de personas han muerto en el sureste de Turquía y noreste de Siria a causa de un terremoto de magnitud 7,8 y otro que se ha producido varias horas después. Estaremos en Ucrania, en Ecuador pendientes de los resultados de las elecciones provinciales y locales y del refernedum constitucional, puesto que pueden significar un golpe muy duro para el presidente Lasso...También estaremos en Hong Kong o México, y entrevistamos al misionero Dário Bossi, que lleva 20 años trabajando en Brasil y nos cuenta las consecuencias sociales y ambientales que acarrea la minería ilegal en amplias zonas de la Amazonía.
Un devastador terremoto de magnitud 7,8 localizado entre Siria y Turquía ha provocado en la madrugada de este lunes la muerte de al menos 2.300 personas y 10.000 heridos en una región marcada por la pobreza y la guerra civil siria.
"Es lo que nos faltaba después de 12 años de guerra", cuenta a TVE desde Alepo, el padre Fadi, un religioso que lleva años colaborando con una ONG española en un país que ya ha sufrido mucho.
Él está a salvo, pero en el interior de su iglesia uno de sus compañeros sigue desaparecido. "Todas son piedras muy grandes y toda la escalera está rota", cuenta desde el exterior del templo por videoconferencia. "Los niños tienen frío y están asustados. Los jóvenes también", añade Fadi.
Rescates dramáticos, en casi total oscuridad, casi sin medios, en una zona azotada por guerras y conflictos. Los terremotos han afectado a la zona fronteriza entre Siria y Turquía. Una de las ciudades más afectadas es Diyarbakir, la capital del Kurdistán turco, donde Ankara mantiene una guerra oculta con las milicias kurdas y hay un fuete movimiento independentista.
Provincias como Alepo o Hama primero han sufrido años de guerra civil y ahora el terremoto. Las urgencias, especialmente en la zona rebelde, están colapsadas. Muertos y heridos tirados en el suelo, reanimaciones imposibles en una zona repleta de desplazados internos, más de 235.000 solo en Idlib y de refugiados, casi 4 millones en Turquía.