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Los equipos de rescate siguen buscando contrarreloj supervivientes dos días después de que dos terremotos devastaran el norte de Siria y el sur de Turquía. Según los datos facilitados hasta el momento, el número de muertos supera los 12.000.

A los afortunados que han escapado de la muerte, les espera ahora una vida difícil. Muchos pasan las noches, gélidas en esta época del año, al calor de pequeñas fogatas o refugiados en los coches. Tras la imagen de edificios completamente destruidos está la de muchos turcos y sirios que se han quedado sin casa.

Foto: EFE/EPA/ABIR SULTAN

La ayuda internacional sigue llegando a Turquía tras el terremoto. Sin embargo, la situación es mucho más complicada del noroeste de Siria, donde el gobierno de Bashar al-Ásad no tiene presencia. Carmen Monclús, responsable de protección de la operación transfronteriza de UNICEF entre Siria y Turquía, afirma que se trata de "una población muy castigada, con un gran número de personas desplazadas internas". Se refiere a los campos producto de la guerra en la que hace años que vive inmerso el país. "Ya no había presencia internacional anteriormente", asegura Monclús. Pone el foco en la infancia: "En el noroeste de Siria solo, calculamos que tenemos 1,7 millones de niños afectados directamene. En el conjunto de Siria estamos hablando de 5,7 millones". Tras un cálculo, la ONG estima que necesitará "22,7 millones de dólares para poder hacer una respuesta inicial" en sus áreas de acción.

El presidente de Ucrania Volodimir Zelenski visita Londres y esta noche París. Seguimos muy pendientes de Turquía y Siria, donde se sigue buscando a supervivientes de los terremotos que afectaron a amplias zonas de ambos estados el pasado lunes. Iremos a Ucrania para hablar de agricultura, y entrevistamos al candidato progresista a la presidencia de PAraguay, Efraín Alegre, que intentará arrebatar al PArtido Colorado el poder en los comicios de finales del mes de abril. Repasaremos además lo que dio de sí el discurso del Estado de la Unión de Joe Biden anoche en Washngton.

La ayuda está llegando a cuenta gotas a los lugares afectados por el terremoto, entre ellos las zonas más cercanas al epicentro, desde donde los vecinos reclaman más medios.

En la localidad de Osmaniye, a 100 kilómetros del epicentro, todos los barrios están afectados y no hay rastro de actividad comercial.

A medida que van pasando las horas es más difícil encontrar personas con vida entre los escombros. Esta madrugada un equipo español conseguía sacar a un joven de 26 años sepultado bajo el derrumbe de su edificio que llevaba dos días llevaba bajo los escombros. Según ha explicado en Hablando Claro Moisés Belloch, de la ONG valenciana Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE), el rescate "fue dificultoso y muy complicado por cómo estaba la estructura", de hecho, la familia daba por imposible el rescate y el joven estaba abatido pensando que no podrían sacarle. Aunque en esta ocasión ha tenido un final feliz, Belloch ha señalado que en este tipo de operativos es gratificante cuando puedes rescatar a alguien, pero es muy duro cuando le tienes que decir a una familia que su familiar ha fallecido y suele ser lo más común en estos casos.

Minuto a minuto de los terremotos en Turquía y Siria

Cómo ayudar a Turquía y Siria

Foto: EFE/EPA/SEDAT SUNA

Los equipos de rescate siguen buscando contra reloj supervivientes dos días después de los terremotos que este lunes devastaron el norte de Siria y el sur de Turquía, y donde la cifra de muertos y heridos no deja de aumentar. 

Los rescatistas trabajan con temperaturas gélidas de hasta 6 grados bajo cero, mientras los supervivientes se encuentran con las infraestructuras básicas muy dañadas. Muchos han pasado su segunda noche a la intemperie, durmiendo en coches o en la calle, arropados con mantas.

Aun así, siguen apareciendo supervivientes bajo los escombros, por lo que no se pierde la esperanza. 

Foto: Harim, Siria: un hombre lleva el cuerpo de un niño en un edificio derruido por el temblor. Mohammed AL-RIFAI / AFP

Tercer día de rescates contra reloj en los que se busca agónicamente a los supervivientes de los terremotos en Turquía y Siria que todavía siguen atrapados bajo los escombros de los edificios derrumbados. Son ya casi 10.000 los fallecidos por la catástrofe y 40.000 los heridos. Entre policías, militares, bomberos y voluntarios hay 79.000 personas trabajando en las tareas de rescate y desescombro, también los bomberos españoles desplazados allí trabajan incansablemente para salvar vidas.

Minuto a minuto de los terremotos en Turquía y Siria

Cómo ayudar a Turquía y Siria

Foto: EFE/EPA/REFIK TEKIN

Cada hora que pasa es crucial para lograr rescatar a personas con vida bajo los escombros de los edificios que se han derrumbado por el terremoto en Turquía y Siria, en los que han muerto más de 9.000 personas. Transcurridas 48 horas de los sismos, los equipos de rescate todavía están logrando rescatar a muchas personas con vida. En algunos casos, como en este video, una familia entera es localizada entre los escombros de un edificio. Son momentos que dan paso a la esperanza entre la destrucción.

Foto: Un niño de 8 años saluda después de ser rescatado, 52 horas después de un edificio derrumbado por el terremoto en Hatay, en Turquía. EFE/EPA/ERDEM SAHIN.

Paula Balsera y María Berkowitz viajaron hace tres meses a Gaziantep, en Turquía, para trabajar como cooperantes con niños y mujeres y es allí, en el epicentro, desde donde han vivido el terremoto. Han contado en Las Mañanas de RNE que, a pesar del miedo a las réplicas y la incertidumbre, quieren continuar con su labor y por ahora se niegan a volver a España: “Yo he venido aquí para conocer, para aportar y para enseñar lo poco que pueda”, ha señalado María, algo que ahora ve “más necesario que nunca”. Cuentan que las zonas más afectadas han sido las que estaban construidas con materiales menos resistentes y que allí muchas personas han decidido vivir en la calle por miedo.

Sin embargo, la peor parada por el seísmo ha sidoSiria, marcada por una guerra que ya dura12 años y que, como explica nuestra compañera de internacional y excorresponsal, Cristina Sánchez, se encuentra “dividida geográficamente en zonas bajo control gubernamental, y en otras que están en manos de fuerzas opositoras”. Esto supone que, si en el caso de las primeras “15 millones de personas dependen de algún tipo de asistencia y 5 millones están en una situación absolutamente catastrófica”, como indica Cristina, en el caso de las zonas ocupadas por las fuerzas opositoras, el terremoto ha supuesto “directamente un descenso a los infiernos”.

Cuenta que, paradójicamente, las zonas menos afectadas han sido aquellas en las que ya no quedaban edificios y donde tenían que sobrevivir en tiendas de campaña. Para los demás, los que aún conservaban sus casas, la suerte no ha sido la misma. Las ayudas no llegan, por un lado, las Naciones Unidas alegan que el único paso fronterizo con Turquía abierto para la entrada de asistencia internacional ha sido dañado. Por el otro, Bashar al Assad y su Gobierno culpan a occidente de estar frenando la llegada de ayuda internacional, mientras actúa como filtro para toda la asistencia que deba cruzar el país para llegar al noroeste de Siria y la provincia de Idlib, una de las más afectadas. “Por decisiones políticas, por pura geoestrategia, hay gente ahora mismo muriendo bajo los escombros”, ha denunciado la excorresponsal de RNE en Jerusalén.

Mientras tanto, los Cascos Blancos, la defensa civil siria, son quienes se están encargando de rescatar a personas de los edificios, pero como indica Cristina: “falta personal, faltan suministros y faltan médicos”, por no hablar del cansancio del personal que lleva trabajando sin descanso desde el lunes.

Ya son más de 8.700 muertos por el terremoto en Turquía y Siria. Efectivos internacionales siguen buscando supervivientes entre los escombros. En Las Mañanas de RNE hablamos con Daniel Martín, testigo del terremoto en Gaziantep (Turquía) que asegura que “la situación es mejor que la de las imágenes que habéis visto, pero no hay luz, agua y hay miedo a réplicas.” Y explica que ahora mismo están a la espera mientras las autoridades turcas revisan todas las casas “para decidir si son o no válidas para vivir y si están en condiciones de aguantar otras réplicas.” Insiste en la importancia de alojamientos para todas las personas que se han quedado sin hogar y añade, que también se necesita comida, agua potable y mantas.”