Los trabajadores de Grecia están secundando la huelga general convocada este jueves, por segunda vez en tres semanas, con la esperanza de mostrar a los líderes europeos reunidos en Bruselas su oposición a los nuevos recortes propuestos por la troika para el país.
El gobierno heleno prepara un nuevo recorte de 11.500 millones de euros para satisfacer las exigencias de la troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo) y asegurarse el siguiente préstamo de 130.000 millones. En caso contrario, el Estado griego puede quedarse sin dinero el mes que viene.
El país se ha paralizado en el quinta huelga del año. El masivo paro laboral, que afecta al transporte aéreo, marítimo, ferroviario y urbano, ha sido convocado por los principales sindicatos, el del sector privado (GSEE) y el del público (ADEDY).
Según han informado los sindicatos, en Atenas no circulan tranvías ni trenes suburbanos. Los empleados del metro participan en la protesta con un paro de tres horas, mientras que los autobuses han dejado de circular durante cuatro horas matutinas y volverán a detenerse por la tarde hasta la medianoche. Los taxis no ofrecen servicios por la mañana.