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Un hombre se descolgó el martes sobre la cúpula de la catedral de San Pedro, para protestar contra el primer ministro Mario Monti y la UE. Una grabación de vídeo muestra al individuo saltando la barandilla que rodea la cúpula, de 137 metros de altura, y por la que circulan los turistas. Tras saltar, ató una cuerda a la barandilla y se descolgó hasta un voladizo sobre una de las ventanas de la cúpula. Allí ha desplegado una pancarta en la que se leía: "¡Ayuda! Suficiente de Monti, suficiente de Europa, suficiente de multinacionales". La prensa italiana le ha identificado como Marcello Di Finizio, de 47 años. De Finizio tiene un negocio en la playa y protesta por el proyecto del gobierno italiano de vender licencias para ceder la gestión de zonas de playa a empresas privadas a partir de 2016, de acuerdo con la llamada "Directiva Bolkenstein" de la UE. Los trabajadores del sector creen que esto perjudicará a los negocios locales. Los bomberos han llegado hasta el hombre para hacerle descender.

Paolo Gabrielle se ha declarado inocente de robo de documentos reservados de Benedicto XVI aunque reconoce que los fotocopió. Sí ha reconocido que se siente culpable de traicionar al papa.

A priori esta segunda jornada es la más importante del juicio. A partir de las 9 de la mañana empieza a declarar Paolo Gabriele, el mayordomo infiel. No se sabe cuánto tiempo necesitará para responder a las preguntas de la fiscalía y de la defensa pero el tribunal quiere acelerar los tiempos. Por eso, es posible que tras el mayordomo se escuche en la sala los testimonios de monseñor Georg Gänswein, el atractivo secretario personal del papa que ha tenido un papel determinante en esta intriga. Fue él quien dirigió las sospechas hacia Gabriele tras la publicación de unos textos que estaban sobre el escritorio de Benedicto XVI.

En la Corte de Justicia Vaticana empieza este sábado el juicio más extraordinario de todos los que ha albergado en su historia: se juzga al ayuda de cámara de un papa. El 13 de agosto, el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, daba a conocer la decisión del juez instructor de enviar a juicio al mayordomo del papa, Paolo Gabriele por robo agravado. Junto a él, también ha de comparecer ante la justicia el informático Claudio Sciaperlletti por favorecer el delito

El papa está de visita en Líbano, donde ha defendido la libertad religiosa como un derecho fundamental. El pontífice ha sido acalamado por miles de libaneses en este primer viaje al país. Esta mañana Benedicto 16 ha mantenido un encuentro con el presidente libanés, Michel Suleimán en el palacio de Baabdad y a continuación se ha reunido con miembros del Gobierno, cuerpo diplomático, líderes religiosos y sociales. En la agenda de esta noche está previsto un encuentro con los jóvenes

Benedicto XVI ha llegado este viernes a Beirut en su primera visita oficial a Líbano. Durante el viaje, el Pontífice ha calificado de "grave pecado" la venta de armas a Siria, un país envuelto en una guerra civil, y ha pedido que se suspenda.

El papa ha dicho que la llamada Primavera Árabe es un "grito de libertad" pero debe incluir tolerancia.

Benedicto XVI ha pedido también que se preserve el equilibrio entre cristianos y musulmanes en el Líbano, a su llegada al aeropuerto. "Es muy importante el equilibrio entre cristianos y musulmanes. Hay que preservarlo y tiene que ser ponderado", ha declarado.

La visita del papa a Líbano, país con una importante e influyente comunidad cristiana, es considerada histórica y tiene lugar en medio de fuertes medidas de seguridad. Se espera que Benedicto XVI lance un mensaje abogando por la paz no solo en el país, sino en todo Oriente Medio.

La visita se produce además en medio de una ola de protestas en varios paises musulmanes por un vídeo que denigra la figura del profeta Mahoma.

No hay preocupación alguna por la seguridad del papa en Líbano pese a la violencia que sacude la vecina Siria; el viaje de Benedicto XVI nunca ha estado en cuestión. Son palabras del portavoz vaticano, padre Federico Lombardi en las horas previas al vigésimo cuarto viaje fuera de Italia que realiza el pontífice.

El periplo comienza este viernes. Benedicto XVI se desplazará solo por la parte central del Líbano, en torno a Beirut; es decir los territorios más tranquilos del país. No habrá desplazamientos al norte del país, donde se encuentra la ciudad de Trípoli, contagiada por la guerra de Siria, ni tampoco al sur, donde se extiende la tensa frontera con Israel. La seguridad es una responsabilidad del país anfitrión y la Santa Sede expresa su confianza en que las autoridades sabrán hacer lo necesario.

"Todos han manifestado su satisfacción por la llegada del papa y se encontrará un clima de cordial bienvenida por parte de todos los exponentes de la realidad libanesa¿-, asegura el portavoz vaticano.

Benedicto XVI, que permanecerá en Líbano hasta el domingo, lleva consigo un ánimo de esperanza, de paz y una voluntad de presencia en esa área geográfica en un tiempo de incertidumbres

El papa Benedicto XVI enviará un mensaje de paz y conciliación a todo Oriente Medio en su primera visita a Líbano. El próximo domingo ofrecerá una misa multitudinaria en Beirut. Para esta visita, considerada histórica, se ha reforzado la seguridad en todo el itinerario del Pontífice, además de engalanar la capital.